Jaime Abedrapo: “Cuando EE.UU. habla de derechos humanos podemos ver el doble rasero tanto para la guerra en Ucrania como para el conflicto palestino”

Aftermath of Israeli strikes in Rafah
Los palestinos inspeccionan el lugar de un ataque israelí contra una mezquita y casas, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 22 de febrero de 2024. Foto: Reuters

El académico de la Universidad San Sebastián conversó con La Tercera sobre el lanzamiento de su último libro, "La barbarie de los civilizados".


Casi 30 mil palestinos muertos y más de 69 mil heridos, según el último reporte de Naciones Unidas, ha dejado hasta ahora la embestida de Israel contra Gaza en respuesta a los ataques de Hamas, del 7 de octubre del año pasado, devastando al enclave.

Con este contexto como telón de fondo, el académico de la Universidad San Sebastián, Jaime Abedrapo, lanzó el libro La barbarie de los civilizados, “focalizado en la Franja de Gaza para que el lector pueda entender qué pasa allí, de dónde provienen los gazatíes, que es el sur de Yaffa, ya que más del 80% de la población son desplazados. El libro intenta contar al ciudadano común con una mirada jurídica, ética y política y entender el contexto de lo que está sucediendo en Gaza”.

No es el primer libro que Abedrapo, doctor en Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, escribe sobre Palestina. “El primero, lo escribí en 2020 y se llama Palestina y la indiferencia de los estados, que de alguna manera anticipaba lo que estaba ocurriendo ahora, porque habían pasado muchos años de 1993, de los acuerdos de Oslo y el Estado palestino no era una realidad y el tema palestino había salido de la agenda internacional, particularmente de Occidente”.

“Un año después vino Razones por las que Israel debe comparecer ante la Corte Penal Internacional, que fue escrito en un contexto bastante anterior al 7 de octubre del año pasado, en donde yo sostenía ahí que la política de Israel violaba varios derechos del derecho internacional. La desproporción del uso de la fuerza lleva a poder sostener que sistemáticamente hay políticas de Estado que van transformándose como objetivo principal de crear un Estado nación, para lo cual están dispuestos a limpiar étnicamente el territorio. Además del apartheid que uno puede observar tanto en Cisjordania como al interior de Israel con las personas que no son de la religión judía. Entonces, en ese contexto, ocurre el 7 de octubre con el ataque terrorista de Hamas que además de condenarse, por cierto, porque viola las convenciones de Ginebra, había un contexto que explicar de por qué la Franja de Gaza vive en una situación de absoluta anormalidad y de constantes tormentos”, dijo en conversación con La Tercera.

Displaced Palestinian girl feeds her brother, in Rafah
Una niña palestina desplazada, que huyó de su casa debido a los ataques israelíes, alimenta a su hermano en un campamento de tiendas de campaña, cerca de la frontera con Egipto, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 25 de febrero de 2024. Foto: Reuters ​

“Desde el 2005 en adelante la política de (el ex primer ministro israelí) Ariel Sharon lo que hace es bloquear la zona y ahí cobra todo sentido el muro que genera una suerte de fronteras arbitrarias, unilaterales por parte de Israel, en donde la rodea y controla los tres accesos que tiene la Franja de Gaza. O sea, los gazatíes comen, entra gas o petróleo o cualquier medicina, alimento, cuando Israel lo estima conveniente, como en el 2006 en adelante, particularmente después de que Hamas gana los comicios internos, Israel decide generar un bloqueo permanente en la zona. En el libro se comenta cómo organizaciones de carácter internacional han hecho ver la situación en la cual se vivía en la Franja de Gaza. Esto, para entender que el 7 de octubre la situación de Franja de Gaza ya era asfixiante por parte del Estado de Israel”, añadió.

¿Cuál cree que es el objetivo de Israel en Gaza?

Básicamente su objetivo no es solo la venganza, sino que es tener una buena excusa, amparada en la legítima defensa, para avanzar con cierta rapidez y con cierto respaldo internacional, en la limpieza étnica de la Franja de Gaza.

En la situación actual en Gaza, ha surgido la interrogante de dónde se pueden ir los palestinos. ¿Cómo responde a eso?

Aquí se están jugando varias cosas. Lo que Israel está señalando con una voluntad meridianamente clara, es que no está dispuesta a una voluntad para crear un Estado palestino. En ese contexto, lo que el objetivo pudiera ser porque esto es hipotético, porque no tengo las pruebas fehacientes, es que algún país reciba (a los palestinos) como lo hicieron en su momento con los sirios, en otros conflictos de la región, porque de alguna manera Israel sabe que mientras haya personas en la Franja de Gaza, van a estar levantándose, van a estar reivindicando derechos, van a estar sosteniendo que tienen derecho internacional a una autodeterminación del pueblo, todos elementos que Israel no está dispuesto a considerar porque su objetivo es territorial de conseguir un Estado nacional según su imaginario. Porque recordemos que cuando sucedieron los ataques del 7 de octubre, Netanyahu ya venía hace bastante tiempo señalando que ya iba a anexar toda la zona de Cisjordania. Entonces, el objetivo nacional es bastante nítido. Israel sabe que finalmente todo el capital, tanto económico como político, por cierto militar y occidental depositado en Israel, siendo el aliado estratégico de muchas potencias en esa zona del mundo. Recordemos que varias veces dentro de la Estrategia Nacional de Estados Unidos y otras potencias ha estado la reconfiguración del norte de África y parte de Medio Oriente. Entonces, siempre ha habido una necesidad, por razones geopolíticas y geoestratégicas, de controlar esa zona, e Israel juega para los intereses y propósitos de Occidente.

Palestinians inspect the site of an Israeli strike on a house, in Rafah
Los palestinos se reúnen en el lugar de un ataque israelí contra una casa, en medio del conflicto en curso entre Israel y Hamas, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 24 de febrero de 2024. Foto: Reuters

¿Qué perspectivas ve al conflicto?

Es bien difícil porque hoy día todo pasa con mucha velocidad. Una de las cosas que es más visible es que Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, está perdiendo la credibilidad reputacional. A diferencia de los regímenes autocráticos, como Rusia o China u otro, el discurso político de legitimidad no es la democracia y el respeto a los derechos humanos, que sí es un discurso de Occidente. Entonces hoy día cuando Estados Unidos habla de derechos humanos, podemos ver el doble rasero tanto para las guerras de Ucrania como para el conflicto palestino. Es un enorme costo para la democracia todo lo que se está viviendo. Estamos precisamente en un periodo de reparto internacional. Ahora, no es baladí quién esté gobernando Estados Unidos, porque todavía son la potencia política, todavía tiene un rol destacado en estos conflictos internacionales. Hoy día queda más evidente que nunca, porque en el conflicto que estamos viviendo han surgido potencias o países regionales que han tenido una interlocución que en episodios anteriores no la han tenido. Qatar, Egipto están retomando una labor de negociación. Turquía ya no es lo que pensábamos, pero sin duda tiene más que lo que pudimos ver hace un tiempo atrás. Entonces, hay una reconfiguración del orden internacional que también influye en lo regional.

¿Qué consecuencias conllevaría si gana Trump las elecciones en Estados Unidos?

Lo más probable es que Donald Trump llegue a la Casa Blanca. Él tiene una doble lectura, tanto por su cercanía con el mundo judío-sionista y su propuesta para la solución en el Acuerdo del Siglo, que en el fondo era un territorio en comodato a los palestinos y donde efectivamente se le había caído todo el pudor respecto al derecho internacional, porque se legitimaban o se legalizaban todas las colonias ilegales. Y esta construcción del Estado palestino que él proponía, no iba a tener soberanía, ni control de sus espacios fronterizos, ni fuerzas armadas, ni aeropuerto, y todo iba a quedar de alguna manera supeditado a la configuración actual de subordinación a Israel. Trump lo que quiere es invertir menos en guerras, es un aislacionista. Entonces en eso se abren ciertas dudas que muy probablemente que ese vacío que va a dejar Estados Unidos lo ocuparán los actores regionales que están siendo cada vez más influyentes en la negociación de lo que está pasando en Israel. Además, no hay que dejar de considerar que hay otros elementos que hay que analizar. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con los gasoductos que están construyendo en la zona, eso hace que muchos países no manifiesten los niveles de cuestionamiento de lo que es Israel en la región, porque simplemente de alguna manera están recibiendo inversiones de transnacionales que están vinculadas al poder de Israel o al poder financiero de Israel, de Estados Unidos o de Occidente en general. Entonces eso también es otro elemento.

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