La ONU pide pruebas sobre el paradero y el estado de salud de la tenista china Peng Shuai

La tenista china Peng Shuai. Foto: Andy Wong / AP.

"Pedimos encarecidamente que se lleve a cabo una investigación con total transparencia sobre sus acusaciones de agresión sexual”, declaró una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Liz Throssell, durante una rueda de prensa en Ginebra.


La ONU reclamó este viernes pruebas sobre el estado de salud y el paradero de la tenista china Peng Shuai, que desapareció tras haber acusado a un alto dirigente del país de haberla obligado a tener relaciones sexuales.

“Sería importante tener pruebas sobre el lugar en el que se encuentra y saber si está bien. Pedimos encarecidamente que se lleve a cabo una investigación con total transparencia sobre sus acusaciones de agresión sexual”, declaró una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Liz Throssell, durante una rueda de prensa en Ginebra.

Hace dos semanas que no se tienen noticias de la estrella del tenis china, antigua número uno del mundo en dobles, coincidiendo precisamente con la denuncia de agresión sexual que formuló contra un poderoso político chino.

Antigua campeona de Wimbledon y de Roland Garros en dobles, Peng afirmó en la plataforma Weibo, el equivalente chino de Twitter, a principios de mes, que el antiguo viceprimer ministro Zhang Gaoli la había “forzado” a practicar sexo y a mantener un romance durante años.

El 2 de noviembre, la tenista escribió en sus redes sociales la acusación contra Zhang, uno de los hombres más poderosos de China entre 2013 y 2018, pero la publicación desapareció rápidamente de las redes sociales chinas y, desde entonces, la tenista de 35 años no ha sido vista, alimentando temores sobre su situación.

La cadena estatal CGTN publicó el miércoles una captura de pantalla en Twitter de un correo electrónico atribuido a Peng para Simon y otros dirigentes de la WTA.

En el mensaje, Peng supuestamente asegura que las acusaciones hechas previamente de abusos sexuales “no era verdaderas” y dice que está “descansado en casa y todo está bien”.

Pero lejos de calmar los ánimos, la publicación desencadenó dudas por el lenguaje supuestamente usado por Peng y por el hecho de que aparece un cursor de edición en medio del cuerpo del texto del correo.

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