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Las razones de los diputados franceses para suspender la controvertida reforma de pensiones de Macron

La ley, aprobada en 2023 luego de una gran oposición y protestas en las calles, fue suspendida hasta las elecciones de 2027 en medio de un acuerdo entre el Partido Socialista y el primer ministro Sébastien Lecornu, que podría haber sido censurado.

Día de huelga en 2023 por la reforma de pensiones, en París. Foto: Archivo GONZALO FUENTES

Duró mucho más que muchos de sus primeros ministros, pero esta vez, el gobierno francés de Emmanuel Macron tuvo que sacrificar la reforma de pensiones que, con muchas dificultades y forzando su aprobación, había mantenido en pie dos años.

La Asamblea Nacional aprobó este miércoles el “artículo 45 bis”, que suspende la reforma de las pensiones de 2023 hasta el 1 de enero de 2028. Un total de 255 diputados votaron a favor, 146 en contra y el resto se abstuvo, perteneciendo a este último grupo el partido Renacimiento del presidente Macron.

Para lograr un delicado equilibrio entre la aprobación del presupuesto de 2026 y evitar la censura al intentar congraciarse con el Partido Socialista (PS), el primer ministro Sébastien Lecornu accedió a suspender la reforma de las pensiones hasta enero de 2028. La medida fue aprobada con el 63,6% de los votos, y deja “para el siguiente presidente” el problema de las pensiones.

Bruno Retailleau, líder de Los Republicanos, caminando con Sébastien Lecornu. Foto: Archivo

Si bien la suspensión no implica una derogación definitiva, constituye la primera concesión del gobierno de Macron respecto a esta reforma, ampliamente criticada por la oposición y los interlocutores sociales desde su aprobación en abril de 2023. Concretamente, supone la suspensión del aumento de la edad legal de jubilación de 62 a 64 años y la ralentización en el incremento del período de cotización obligatorio.

La reforma de 2023 -impulsada bajo el gobierno de la entonces primera ministra francesa Élisabeth Borne- tenía como objetivo declarado salvar el sistema de pensiones de reparto, en el que la población activa de 31 millones de personas financia las pensiones de los jubilados, unos 17,2 millones. Esto, en un contexto marcado por dificultades presupuestarias y el envejecimiento de la población.

La suspensión de la reforma de las pensiones de 2023 permitiría congelar temporalmente la edad legal de jubilación en su nivel actual (62 años y 9 meses). Las personas nacidas entre enero de 1964 y marzo de 1965 se beneficiarían de esta edad de jubilación fija. Posteriormente, la edad legal de jubilación aumentaría gradualmente para quienes nacieron entre 1965 y 1968. Así, con la reforma suspendida, la generación nacida en 1964 se beneficiaría de las mismas condiciones que la nacida en 1963.

Élisabeth Borne durante las discusiones de la reforma de pensiones en 2023. Foto: Archivo Thomas Padilla

La reforma Borne se reanudará en 2028 con el objetivo de elevar la edad legal de jubilación a 64 años “en 2033 en lugar de 2032”, explica el economista Michaël Zemmour. El candidato que gane las elecciones presidenciales de 2027 deberá decidir si permite la implementación de la reforma Borne o si propone una nueva reforma para modificar la edad legal de jubilación.

La tarde del miércoles, los miembros del Palacio Borbón -sede de la Asamblea Nacional- aprobaron de forma abrumadora la “suspensión” de la reforma de las pensiones, condición necesaria para que el Partido Socialista no censurara al gobierno de Sébastien Lecornu. La medida, incluida en el Proyecto de Ley de Financiación de la Seguridad Social (PLFSS), fue aprobada por 255 votos a favor y 146 en contra, con el apoyo mayoritario del Partido Socialista (PS), Los Verdes y Agrupación Nacional (RN), y la abstención del partido Renacimiento.

La Francia Insumisa y el Partido Comunista votaron en contra, denunciando un mero “retraso” en la implementación de la reforma estrella del segundo mandato de Emmanuel Macron. El Partido Socialista, que había negociado esta suspensión a cambio de no censurar al gobierno de Lecornu el mes pasado, proclamó la votación como una victoria.

“Estamos muy orgullosos de lo que acaba de suceder en este Parlamento”, declaró el primer secretario del PS, Olivier Faure: “El símbolo indiscutible del macronismo se ha visto sacudido. Era un gran desafío; había un tabú”. Sin embargo, lamentó que toda la izquierda no hubiera votado al unísono. La Francia Insumisa y el Partido Comunista votaron mayoritariamente en contra de la suspensión, denunciándola como un “engaño” y un mero aplazamiento de la reforma hasta 2028.

Olivier Faure y Anne Hidalgo, del Partido Socialista. THOMAS COEX

El Partido Socialista respondió a la opinión de La Francia Insumisa y el Partido Comunista, argumentando que las elecciones presidenciales se celebrarían antes de 2028, lo que permitiría resolver el asunto. Cabe recordar que, para que la medida entre en vigor, aún debe superar el proceso parlamentario (el Senado se opone), la comisión mixta y la aprobación del presupuesto de la Seguridad Social de 2026.

De todos modos, aún no es seguro que la suspensión se materialice: el 25 de octubre, el senador republicano Gérard Larcher advirtió que el Senado “restablecería la reforma de las pensiones”. “Llevamos cinco años votando a favor. Les recuerdo que abandonarla supone un déficit de 30 mil millones de euros en 2035”, explicó el presidente de la institución en una entrevista con Le Parisien.

Para el medio France Info, trabajadores a punto de jubilar dieron su opinión respecto al aplazamiento de la reforma. Gilles Beauchamp, de 59 años, trabaja en una fábrica desde los 17 años. Antes de la suspensión, debía jubilarse el 1 de abril de 2028. “Con el cambio, me jubilo en noviembre de 2027”, explicó al medio francés. “Eso me da seis meses más, y es un cálculo personal porque aún no sé cómo se desarrollarán las cosas”, detalló.

Frédéric Mau, de 57 años, empezó a trabajar en la construcción a los 17, y hoy es secretario federal del sindicato CGT en el sector, responsable de salud laboral. Con la suspensión de la reforma, se jubilará tres meses antes: “Siempre es bueno ganar tiempo, pero sigue siendo insignificante. No va a ser un factor determinante en la carrera de un obrero de la construcción. De todas formas, estamos agotados mucho antes. La edad media de jubilación por incapacidad en la construcción en Francia es de 54 años”.

Desde el partido Los Republicanos, el ministro de Interior Bruno Retailleau comentó por X la medida tomada por la Asamblea Nacional: “Esta suspensión de la reforma de las pensiones es una capitulación. Me horroriza la cobardía del gobierno, que acaba de sacrificar el futuro de las nuevas generaciones en aras de su supervivencia política. Esta decisión irresponsable, tomada bajo las órdenes del Partido Socialista con la complicidad de Agrupación Nacional, le costará miles de millones a Francia. Tras la locura fiscal de la semana pasada, el delirio continúa”.

Desde la izquierda, en tanto, el diputado François Ruffin explicó por qué respaldó la medida: “Voté a favor para que los franceses pudieran jubilarse antes; votamos a favor para que los franceses puedan jubilarse 3 o 6 meses antes. No es el mayor avance social en 20 años, es una congelación que permite un poco de justicia social para la gente y, sobre todo, que nos permite reparar temporalmente una grave herida democrática”.

En el oficialismo, en tanto, ya habían asumido que tendrían que abstenerse: “Si esta noche hay una mayoría que censura al gobierno, entonces no habrá presupuesto para Francia. Estamos asumiendo nuestras responsabilidades, (...) ahora mismo necesitamos un presupuesto”, reaccionó Sylvain Maillard, diputado de Renacimiento, en BFMTV. El diputado se abstuvo en la votación sobre la suspensión de la reforma de las pensiones, aunque se opone a la medida.

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