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El renacer del hotel ícono de Pérez Jiménez en Caracas

Inaugurado en 1956, el Humboldt operó solo cuatro años. Con el inicio de la democracia se dejó al abandono, por ser un símbolo de la dictadura. Ahora reabre, incluso con un casino internacional.

HotelCaracasWEB

En la última Navidad, los caraqueños se tomaron Twitter para comentar las llamativas luces proyectadas desde lo alto del Parque Nacional El Ávila. "Ambiente navideño en Caracas. Desde el Hotel Humboldt las luces predominan en la ciudad. Contrastes de mi país", fue uno de los comentarios que destacó en la red social. "Esa fiesta se paga con el hambre ajena", señalaba otro de los mensajes, haciendo alusión al despilfarro de la celebración frente a la realidad que se vive en Venezuela.

Y es que algunos usuarios creían que se trataba de la reinauguración del Humboldt, aunque ese acto ya se había celebrado en mayo de 2018. Con todo, el recinto aún no funciona como un hotel de verdad, según confirmó una agencia local de viajes al diario argentino La Nación. Pero ello no ha impedido que desde entonces se convirtiera en uno de los paraísos capitalinos de la boliburguesía local, como se denomina a la elite surgida al calor de la revolución bolivariana.

Por estos días el Humboldt ha vuelto a ser noticia. Según el portal local El Pitazo, el icónico hotel tenía programado abrir sus puertas a finales de enero, para ofrecer "una experiencia histórica e inclusiva" a los venezolanos que quieran revivir la vida caraqueña de los años 50.

Inaugurado en 1956, el Humboldt fue símbolo de la modernidad de la Venezuela de antaño. Diseñado por el arquitecto Tomás Sanabria, su construcción fue ordenada por el dictador Marcos Pérez Jiménez (1948-1958), la cual se extendió por 199 días. Emplazado a 2.140 metros sobre el nivel del mar y con 60 metros de altura, el Humboldt tiene 14 pisos y 70 suites de lujo. Una torre con restaurante y bar con una vista de 360 grados, además de una piscina cubierta, casino y un teleférico. Desde allí, se puede ver tanto la ciudad como el mar Caribe.

Pero solo pudo funcionar cuatro años como hotel. Con el inicio de la democracia el edificio se dejó al abandono por ser un ícono de la dictadura. Eso hasta 2012, cuando el gobierno de Hugo Chávez aprobó la recuperación y remodelación del complejo. En 2018, el Presidente Nicolás Maduro, quien cedió la administración del mismo a la transnacional estadounidense Marriott, afirmó que sería "el primer hotel siete estrellas de Venezuela".

Apuestas en petro

Tras una restauración de más de ocho años, según consigna El Pitazo, el hotel ahora permitirá visitas guiadas, arriendo de sus espacios para eventos y hospedaje a quienes quieran vivir la experiencia de despertar entre las nubes en alguna de las habitaciones de esta imponente estructura que parece colgar del cielo y cuyo costo oscilará entre los US$ 200 y US$ 350 por noche. "El hotel es producto del país y lo que queremos es que sea una vitrina de ese país que tenemos con sus contrastes", dijo Carlos Salas, gerente de alimentos y bebidas del hotel, en un recorrido ofrecido a la prensa.

Y junto con la apertura de sus puertas, el Humboldt también inaugurará un casino de apuestas, según anunció el propio Maduro el pasado 17 de enero, revirtiendo así la decisión de su fallecido mentor. En Venezuela nadie olvida que Hugo Chávez cerró los casinos y bingos entre 2007 y 2012, lo que dejó sin empleo a más de 100.000 personas. A su juicio, se trataba de "antros de corrupción y lavado de dinero".

Maduro dijo que las apuestas se realizarán en petros, la criptomoneda estatal, para captar divisas. "En el hotel Humboldt (...) se va a abrir un casino internacional y todo el que quiera apostar, apostará en petro y todos esos recursos entrarán al Estado para la salud, la educación", señaló el jefe de Estado en una reunión con ministros y alcaldes transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).

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