Revancha migratoria de Trump con sus críticos: La disputa de 20 años que podría terminar con la actriz Rosie O’Donnell sin ciudadanía
La comediante acuso al presidente estadounidense de “estafador, abusador sexual y mentiroso” luego que la amenazara con retirarle la nacionalidad estadounidense, a raíz de las críticas por la respuesta gubernamental a la tragedia de inundaciones en Texas.
Donald Trump ha convertido el estatus migratorio en una suerte de espada de Damocles, retirando la condición legal a cientos de miles de extranjeros que ahora son susceptibles de remoción, avanzando en la eliminación de la ciudadanía por nacimiento e incluso amenazando con la deportación a su antiguo aliado Elon Musk, nacido en Sudáfrica.
Pero este fin de semana Trump fue más allá. El presidente estadounidense dijo que está considerando la posibilidad de “quitarle” la ciudadanía estadounidense a una rival de larga data, la actriz y comediante Rosie O’Donnell, a pesar de que es una ciudadana nacida en Estados Unidos de padres estadounidenses y que un fallo de la Corte Suprema de hace décadas prohíbe expresamente tal acción por parte del gobierno.
Trump reavivó el sábado una disputa de casi 20 años con la comediante, recurriendo a su plataforma Truth Social para escribir que estaba considerando revocarle la ciudadanía. “Debido a que Rosie O’Donnell no beneficia a nuestro gran país, estoy considerando seriamente retirarle la ciudadanía”, escribió el mandatario republicano. “Es una amenaza para la humanidad y debería permanecer en el maravilloso país de Irlanda si la quieren. ¡Que Dios bendiga a Estados Unidos!”.
O’Donnell se mudó a Irlanda en enero junto a su hijo Clay, que tiene 12 años, es no binario y autista, después de que Trump derrotara a la vicepresidenta Kamala Harris para ganar su segundo mandato. La actriz destacó que creía que la decisión era lo mejor para ella y para Clay, cuestionando la postura de la administración Trump sobre cuestiones sociales. Ha dicho que está en el proceso de obtener la ciudadanía irlandesa a la que tiene derecho por vía de sus abuelos.
“Después de leer el Proyecto 2025, supe que si Trump ganaba, era hora de que mi hijo no binario y yo nos fuéramos del país”, declaró O’Donnell a Wolf Blitzer y Pamela Brown, de CNN, en abril. “No me arrepiento. No ha pasado un solo día en el que haya pensado que fue una decisión equivocada. Me recibieron con los brazos abiertos”.
Al parecer, las recientes críticas de O’Donnell a la respuesta del gobierno federal a las catastróficas inundaciones de Texas, que causaron al menos 129 muertos, colmaron la paciencia de Trump. “Qué historia de terror en Texas”, lamentó la actriz y presentadora de televisión en su cuenta de TikTok. “Y ya sabes, cuando el presidente desmantele todos los sistemas de alerta temprana y las capacidades de pronóstico del gobierno, estos son los resultados que vamos a comenzar a ver a diario”.
O’Donnell, de 63 años y ganadora de varios premios Emmy, acudió a las redes sociales para responder airadamente a la amenaza de Trump de quitarle la ciudadanía. Según France 24, el mandatario reprodujo el lenguaje utilizado antes para justificar la eliminación de vías legales de permanencia en Estados Unidos, como el Estatus de Protección Temporal (TPS) o el parole humanitario (CNHV).
En Instagram, por ejemplo, la comediante compartió una captura de pantalla de la publicación de Trump, y escribió sin dudar: “El presidente de Estados Unidos siempre ha odiado que lo vea como es: un estafador, abusador sexual y mentiroso que busca perjudicar a nuestra nación para su propio beneficio”.
Y continuó, de manera dura: “Por eso me mudé a Irlanda. Es un anciano peligroso y desalmado con demencia, carente de empatía, compasión y humanidad básica. Me opongo frontalmente a todo lo que él representa, al igual que millones de personas”.
“Vas a deportar a todos los que se opongan a tus malas tendencias. Eres un mal chiste que no puede formar una oración coherente. #NeverTrump”, finalizó el mensaje.
Luego, en otra publicación, O’Donnell publicó una foto de Trump junto a Jeffrey Epstein, el millonario pedófilo y abusador que era su amigo, quien murió en prisión en 2019 después de ser acusado de múltiples delitos relacionados con el tráfico sexual de menores. Junto a la imagen, escribió: “Oye Donald, ¿estás nervioso otra vez? Dieciocho años después, sigo viviendo sin pagar arriendo en ese cerebro tuyo que se está derrumbando. Me llamas una amenaza para la humanidad, pero soy todo lo que temes: una mujer ruidosa, una mujer queer, una madre que dice la verdad, una estadounidense que salió del país antes de que lo prendieras fuego”.
“Construyes muros, yo construyo una vida para mi hijo autista en un país donde aún existe la decencia. Anhelas lealtad, yo enseño a mis hijos a cuestionar el poder. Vendes miedo en los campos de golf, yo hago arte sobre la supervivencia al trauma. Mientes, robas, degradas, yo cuido, creo, persisto -sostuvo, contundente-. Eres todo lo que está mal en Estados Unidos, y yo soy todo lo que odias de lo que todavía está bien”.
“¿Quieres revocar mi ciudadanía? ¡Inténtalo, rey Joffrey con un bronceado en aerosol color mandarina! No soy tuya para silenciarme. Nunca lo fui”, insistió la actriz.
Steve Vladeck, analista de la Corte Suprema de CNN y profesor de Derecho en la Universidad de Georgetown, dijo el sábado que la amenaza de Trump de una “expatriación coercitiva” era “manifiestamente inconstitucional”.
“Por buenas razones, es difícil desnaturalizar a un ciudadano estadounidense, y aún más difícil expatriarlo”, escribió Vladeck en abril . “El Congreso solo ha contemplado unas pocas circunstancias en las que el Poder Ejecutivo está facultado para llevar a cabo dicha medida; y la Corte Suprema ha reconocido importantes límites constitucionales (y el derecho a una revisión judicial significativa) incluso en esos casos”.
Amanda Frost, catedrática de leyes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Virginia, señaló que la Corte Suprema determinó, en un caso de 1967, que la Decimocuarta Enmienda de la Constitución estadounidense impide al gobierno quitar la ciudadanía.
“El presidente no tiene autoridad para quitar la ciudadanía a un ciudadano estadounidense nacido en el país, dijo Frost el sábado en un correo electrónico. “En resumen, somos una nación fundada en el principio de que el pueblo elige al gobierno; el gobierno no puede elegir al pueblo”.
“Autoridad moral”
Según la revista People, Rosie O’Donnell y Donald Trump no se han andado con rodeos desde que comenzó su disputa hace casi 20 años.
Fue específicamente en 2006, cuando la actriz ridiculizó a la estrella de “The Apprentice” (“El aprendiz”, el reality de Trump) en “The View”, el programa que ella conducía.
Durante el segmento “Temas de Interés”, O’Donnell criticó a Trump por actuar como una “autoridad moral” cuando estalló la controversia sobre la ganadora del concurso Miss Estados Unidos de ese año, Tara Conner, acusada de participar en el consumo de alcohol y cocaína siendo menor de edad.
O’Donnell hizo referencia a la controversia en torno a Conner y a la respuesta de Trump, quien dijo: “Siempre he creído en las segundas oportunidades. Tara es una buena persona. Tara se ha esforzado mucho. Tara tendrá una segunda oportunidad”.
“Me molesta por muchos motivos. Dejó a su primera esposa, tuvo una aventura, dejó a su segunda esposa, tuvo una aventura, tuvo hijos en ambas ocasiones, pero es la brújula moral de los veinteañeros en Estados Unidos”, dijo O’Donnell. “Donald, quédate quieto, amigo. No me gusta”.
Trump respondió llamando a O’Donnell “una mujer fuera de control” en una entrevista con People, y su disputa ha continuado desde entonces, con el ahora presidente criticando a la expresentadora de un programa de entrevistas en redes sociales en múltiples ocasiones.
Más recientemente, O’Donnell atribuyó su mudanza a Irlanda a la segunda investidura de Trump como presidente en enero de 2025. Él “está enemistado conmigo desde hace 20 años, cuando dije la verdad sobre él en un programa llamado The View”, declaró O’Donnell durante una aparición en marzo pasado en el programa Late Late Show de RTÉ.
Trump hizo su propio comentario sobre la emigración de O’Donnell cuando el primer ministro irlandés, Micheál Martin, visitó la Casa Blanca con motivo del Día de San Patricio. Después de que un periodista le preguntara a Martin por qué permitiría que O’Donnell se mudara a Irlanda, Trump dijo que le había “gustado” la pregunta antes de consultarle a Martin si sabía quién era. Martin ignoró la pregunta y Trump bromeó diciendo que al líder “le convenía” no saberlo.
Respecto a que Trump siga reprendiéndola públicamente, O’Donnell dijo: “Lo ha estado haciendo durante dos décadas y todavía no me acostumbro cada vez que lo hace”.
Recurso cada vez más frecuente
Respecto al caso de O’Donnell, France 24 recuerda que es la primera vez que Trump amenaza con despojar de la ciudadanía a alguien nacido en su país de padres estadounidenses, aunque la idea forma parte de un recurso cada vez más utilizado por él para enfrentar opiniones adversas.
En su primer período, sugirió una solución similar cuando rechazó la posición de algunos jugadores de fútbol americano, como Colin Kaepernick, que escuchaban el himno nacional con una rodilla en tierra, en rechazo a la brutalidad policial contra ciudadanos afroamericanos.
En esa ocasión, Trump sostuvo: “Tienes que ponerte de pie con orgullo para el himno nacional o no deberías estar jugando, no deberías estar allí, tal vez no deberías estar en el país”.
En el segundo mandato, Trump ha ido aún más lejos. Cuando su antiguo aliado y financista de su campaña, el multimillonario Elon Musk, cuestionó su “Gran y Hermoso” proyecto de ley presupuestario, el presidente declaró a los periodistas que tendría que “echar un vistazo” a la perspectiva de deportarlo.
Musk es nacido en Sudáfrica y nacionalizado estadounidense desde 2002, cinco años después de haber obtenido el estatus de residente permanente gracias a la visa de inversionista EB-5.
Más recientemente, Trump puso en duda que el ganador de las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York, Zohran Mamdani, nacido en Uganda y nacionalizado en 2018, fuera un ciudadano estadounidense. “Mucha gente dice que está aquí ilegalmente, vamos a mirar todo”, prometió.
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