Se tratará de la temporada más dura y con las condiciones más adversas. El periodo de incendios forestales que se anticipa para este verano mantiene en alerta a las autoridades que prevén que se convierta en el escenario más complejo en la historia del país.

Así lo indicó hoy el ministro de Agricultura (s), José Ignacio Pinochet: “esperamos, lamentablemente, que sea la temporada más dura en la historia de nuestro país”. Esto, según explicó, se deberá al fenómeno de La Niña, a las altas temperaturas que se pronostican para los meses de enero y febrero -se esperan de 0,5 a 1,5 grados más que la temporada anterior-, por la tendencia de los vientos y, también, por la cantidad de material vegetal seco disponible en la zona central.

“Este año tuvimos una lluvia en la primavera que nos alivió un poco la situación hídrica pero que dejaron mucho pasto que a esta altura ya está seco. Además de eso, tenemos el combustible que nos dejaron los grandes incendios de los últimos cinco años en la zona central. Esos bosques consumidos son combustible que prende con una chispa”, alertó.

Por este motivo es que el secretario de Estado llamó a actuar con la máxima precaución posible en la temporada estival y en este fin de año. Para el Año Nuevo, en tanto, pidió no utilizar fuegos artificiales ilegales. “Son sumamente peligrosos y tienen la potencia de afectar la zona de interfaz donde se reúne lo urbano con lo rural, donde hay viviendas cercanas a vegetación”.

El director ejecutivo de Conaf, Rodrigo Munita, agregó que aunque en la primera parte de la temporada de incendios se registró una baja en las cifras, ahora “viene la temporada más dura y difícil”.

“Vienen las temperaturas más altas, vienen las condiciones que están dispuestas para generar fuego si es que las personas no son cuidadosas y no nos ayudan a prevenir”, dijo.

Además, señaló que en la época de verano las personas tienden a relajarse y a tomar menos medidas. “Hay que entretenerse y pasarlo bien, pero hay que cuidar los bosques, las casas, los recursos naturales y la vida”, dijo.

Respecto de la planificación para enfrentar la segunda parte de la época de incendios, Munita sostuvo se organizaron los recursos terrestres y aéreos y fueron localizados cerca de las zonas donde hay mayor preocupación. Estas son las regiones de Valparaíso, Metropolitana, El Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía.

“La planificación ha respondido a un requerimiento del Presidente de la República. Hemos dispuesto de recursos del Estado, hemos trabajado de la mano del sector privado, de otros organismos del Estado como el Ministerio del Interior, de Defensa y la Onemi, y también con Bomberos”.

Desde el inicio de la temporada, el 1 de julio de 2020, hasta el 29 de diciembre, se han producido 2.391 incendios, cifra que representa un 7% menos que la temporada anterior cuando se registraron 2.569 de estas emergencias. Esta cifra es un 29% superior, sin embargo, al promedio del último quinquenio.

Con respecto al número de hectáreas, hasta la fecha se han visto afectadas 5.339, es decir, un 67% menos que la temporada anterior y un 73% menos que el último quinquenio. Las regiones más afectadas en este sentido son Maule, Valparaíso y Biobío. En cuanto a la cantidad de incendios la región más afectada es Biobío.

Igualmente, una especial atención está generando la Región de Ñuble que presenta un 91% más de incendios que la temporada pasada y un incremento de más de 500% de hectáreas afectadas.

A nivel país, y de acuerdo a los pronósticos, se espera que la superficie que resulte quemada en el periodo 2020-2021 sea entre 70 mil y 100 mil hectáreas.