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Covid y goles: La doble vida del Estadio Tierra de Campeones

Desde junio de 2020, un área de este recinto fue habilitada con 47 profesionales de la salud como extensión del Hospital Regional. Allí se ha atendido a 746 pacientes, 385 con coronavirus.

Las ambulancias se han hecho habituales en el frontis del Estadio Tierra de Campeones, de Iquique. Cristian Vivero B.

El área destinada a la práctica de artes marciales se reacondicionó como sala para atención para pacientes Covid-19. Y en la zona de musculación están internados enfermos que se recuperan de otras patologías. Estas son solo algunas de las transformaciones que experimentaron las dependencias del Estadio Tierra de Campeones, en Iquique, que desde junio del año pasado alberga una extensión del Hospital Regional Dr. Ernesto Torres Galdames.

La historia del centro deportivo data de fines de los años 80, cuando se empezó a construir el Estadio Regional de fútbol, que en 1993 fue inaugurado como Estadio Tierra de Campeones. Es un verdadero símbolo de la ciudad. En 2017, tras el terremoto de 2014, la estructura fue demolida y reemplazada por un nuevo y moderno recinto con estándar FIFA, que se reinauguró en febrero del año pasado.

Abajo, en el césped, hace de local Deportes Iquique, equipo que está complicado con el descenso de categoría en el fútbol profesional. Pero en su ala de ingreso, la pandemia y el alto número de contagios obligaron a habilitar el zócalo del recinto como una extensión del Hospital Base de Iquique. La medida se concretó gracias a una alianza entre el municipio, el centro asistencial y el gobierno regional de Tarapacá, que permitió dejarlo funcionando inicialmente con 24 camas de baja complejidad. Hoy posee 30. Y en ellas, hasta la semana pasada se habían atendido 746 pacientes, de los cuales 385 son Covid-19.

Prueba de equipo

La enfermera coordinadora de la iniciativa, Jessica Góngora, cuenta que la experiencia ha puesto a prueba a todo el equipo, compuesto por 42 profesionales de distintas áreas.

“Al principio fue difícil y tuvimos un poco de miedo, nos encontramos con varios inconvenientes de carácter operativo que fuimos superando, por ejemplo, el stock de medicamentos, la alimentación del personal y pacientes, la lavandería del hospital y los traslados. Hoy, somos un equipo muy coordinado y la experiencia ha sido excelente, las dependencias cumplen con creces los requerimientos”, explica.

También destaca que esta extensión ha sido clave para enfrentar la demanda asistencial. “Tarapacá tiene un solo hospital, que absorbe los requerimientos de toda la población. Por ahora tenemos fecha hasta marzo para seguir funcionando en este lugar, pero todo dependerá del virus. La zona enfrenta una situación muy preocupante”, dice.

Hasta ayer, Tarapacá registraba 1.088 casos activos y 17.340 contagios totales, con 303 decesos.

En el estadio, el personal de salud da la batalla. Victoria Godoy, kinesióloga del recinto, indica que “ha sido un aprendizaje permanente. Nos hemos reinventado para sacar adelante a nuestros pacientes, principalmente los que requieren rehabilitación motora y respiratoria. Además, ya nos acostumbramos a que una parte de los camarines deportivos sean nuestros vestidores”.

Los entrenamientos de Deportes Iquique y de algunas otras disciplinas, y los cotejos que los Dragones Celestes juegan como locales, no han sido impedimento para el funcionamiento de la extensión del hospital, ya que hay accesos diferidos. Además, están bloqueadas las escaleras y ascensores que comunican internamente las áreas.

La conexión con el medio deportivo son los parlantes, instalados en todas las salas del zócalo, y por donde cada vez que se produce un partido de fútbol, se escuchan la transmisión, los goles, el avisaje y los relatos de comentaristas. “Son los pacientes los que están más atentos a la transmisión, se alegran y sabemos que también les ha servido de acompañamiento, pues no pueden recibir visitas de sus familias”, indican los funcionarios.

La doctora Ana Margarita Quezada refrenda que “ha sido de verdad una excelente experiencia”.

Javier Balboa, paciente, señala que jamás imaginó estar internado en un estadio. “Uno siempre piensa que allí irá a ver un partido y a gritar los goles, pero aquí estoy, lleno de máquinas y tubos”, relata.

Jorge Fistonic, vicepresidente de Deportes Iquique, comenta que no han tenido inconvenientes: “Sabemos que la prioridad es la salud de la población, pero estamos convencidos de que la realización de los partidos, que los escuchen por los parlantes y que sientan el himno de Iquique, es una forma de terapia. Los acompañamos e incluso, en un principio, ofrecimos colocar televisores en las salas, pero la iniciativa no se acogió finalmente”.

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