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Diario de una profesora PIE en el INBA

La filtración de un audio privado del rector subrogante del emblemático internado de Santiago Centro, donde se quejaba de la excesiva cantidad de alumnos TEA, le generó una ola de críticas, pero también abrió la conversación sobre la inclusión en los colegios públicos. Aquí, una profesora con diez años de experiencia con ese tipo de alumnos cuenta cómo lidia contra la discriminación y los prejuicios.

Cynthia Acevedo, profesora diferencial del Internado Nacional Barros Arana (INBA).

Cynthia Acevedo (34), profesora de Educación Diferencial del INBA, dice que se fijaba, ese 2023, en un alumno en específico. Era su primer año como profesora jefa en el establecimiento emblemático de Santiago Centro. El estudiante se llamaba Martín, iba en séptimo básico.

-Uno ya tiene un ojo entrenado. Y observaba muchas señales que me decían que él necesitaba aprender a autorregularse en la sala. Había cosas que lo ponían nervioso. Es más bien tímido, y solo tiene un amigo.

Acevedo dice que luego de conversar con él, citó a su madre, quien también era su apoderada. La profesora les dijo que notaba rasgos autistas. La respuesta de la madre fue: “Me lo habían dicho, profe, pero nunca con tanta claridad”.

Acevedo explica que, como cuerpo docente, nunca diagnostican. Pero sí sugieren que los apoderados busquen un diagnóstico de un profesional de la salud.

-En ese caso, fueron donde un neurólogo. La mamá volvió y me dijo sí, profe. Martín está dentro de la condición. Y recomendaron trabajar habilidades motrices y sociales.

Lo que veía Acevedo eran rasgos característicos del Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Matías Poblete, fundador y presidente de la Fundación Chilena de la Discapacidad, explica que el TEA es un espectro de condiciones que antes eran conocidas como Síndrome de Asperger y autismo. Todas relacionadas a problemas con la adaptación al entorno o la incomodidad sensorial ante ciertos estímulos.

Poblete explica que esta incomodidad puede aparecer frente a ruidos constantes o muy fuertes, olores, sensaciones, texturas. Otros rasgos estudiados del autismo son, por ejemplo, la dificultad de expresarse por llamadas telefónicas y preferir la comunicación en persona, entre otras.

Otro alumno insignia con TEA de Acevedo era Enrique. Cursando cuarto medio, era lo opuesto a Martín: era excesivamente expresivo, “al punto de ser un poco desubicado”, detalla la profesora. “Él me decía que le gustaría trabajar en el cine, para comer cabritas todo el día”, recuerda.

Lo que más veía Acevedo en Enrique era su obsesión, otro rasgo predominante.

-Era brillante. Se me acercaba a debatir de política. Me hablaba de los candidatos para ser Papa y qué significaba si ganaba uno u otro.

Acevedo cuenta que llegó a tener una mirada tan entrenada, que pudo reconocer un alumno con indicios de TEA al observar, por ejemplo, a quienes tenían un andar extraño al caminar. O a uno que, al frustrarse por no poder tomar bien un lápiz para escribir, hacía gestos de incomodidad muy intensos.

La tarea del PIE (Programa de Integración Escolar) del INBA, explica Acevedo, es la siguiente: en cada sala hay aproximadamente siete alumnos del PIE. Dos de ellos se califican como “permanentes”. Es decir, que tienen un grado de TEA que van a llevar toda la vida. El resto suelen ser “transitorios”. O, dicho de otra forma, que con ayudas y herramientas pueden superar las trabas de aprendizaje que tienen. “Son casos de déficit atencional, por ejemplo”, relata. A esos alumnos se les hacen clases extras aparte, donde se les entregan herramientas para poder integrarse de mejor forma a las clases. Por ejemplo, les explican que si bien el profesor levantó la voz en un momento, y se sintieron incómodos, no les estaban hablando a ellos en específico. “Así, les damos herramientas y les enseñamos a autorregularse”.

Lo otro de lo que se dio cuenta Acevedo desde que llegó al INBA es que a esos estudiantes había que ayudarlos en situaciones complejas. Desde el 2019, el colegio enfrenta el problema de los overoles blancos.

-Por eso, cuando empiezan los chiflidos que anuncian una salida de capuchas, yo recorro todo el patio llevando a mis alumnos a la sala del PIE, para calmarlos.

Todo esto es trabajado por un grupo de 22 profesionales que componen el equipo PIE del INBA. Allí trabajan generando estrategias para que los alumnos con TEA y déficit atencional del liceo puedan integrarse tal como el resto.

Acevedo dice que el trabajo iba bien. Eso, hasta que escuchó el audio filtrado del rector interino del establecimiento, Gonzalo Saavedra.

En él, Saavedra, en duros términos, se queja de que la excelencia académica se torna cada vez más difícil de conseguir. Pedía una “intervención gigante”. Pero también hablaba de que el colegio parecía “colegio diferencial”, y que “el 60% son huev… con TEA. No hay ninguna posibilidad de volver a tener la excelencia académica en el corto plazo”.

Saavedra, luego de que el audio salió a la luz pública, pidió disculpas. “Mis palabras y mis adjetivos no fueron los adecuados”, dijo en un video el pasado lunes. Contactado para este reportaje, el rector declinó entregar comentarios.

Acevedo dice que sintió rabia. Pero también le vino a la mente otra idea.

-Menoscaba toda nuestra pega.

Subdiagnosticados

Cynthia Acevedo alcanzó a trabajar casi cinco años después de la universidad, hasta que empezó a notar algo: que el mundo de la educación diferencial era poco valorado y apreciado. Trató de relevarlo a través de la política. En 2021 intentó ser concejala de Maipú, por el actual Frente Amplio. No lo logró y también sintió lo mismo: “Que no es lo que más le llama la atención a la gente ni a la política”, dice. Eso la llevó a salir de ese intento definitivamente. Allí fue cuando llegó al INBA.

La entrada de estudiantes con TEA y necesidades especiales a los emblemáticos, explica Acevedo, se dio en 2019. Ese fue el año en que entró en vigencia el nuevo Sistema de Admisión Escolar de Santiago (SAE), conocido coloquialmente como la “tómbola”. Se eliminó la prueba de entrada, por lo que se diversificó la matrícula a alumnos que antes no podían entrar. Es decir, no tenías que tener necesariamente las mejores notas para entrar a un emblemático.

Pero esto -dice Acevedo- generó un conflicto con aquellos profesores que buscaban un enfoque academicista.

El día a día en el trabajo le fue mostrando las barreras principales a las que se enfrentan los alumnos del PIE en un colegio emblemático, acostumbrado a tener altos rankings y puntajes nacionales como el INBA.

-Esos alumnos con necesidades especiales dentro de la sala sufren barreras como la discriminación y la estigmatización. Hay ignorancia y actitudes excluyentes por parte de profesores y compañeros.

Acevedo sigue con esta idea.

-Es que los colegios emblemáticos llevaban años con una forma de estudiar muy academicista. Cuando hablan de excelencia académica, hablan de tener solo altas notas.

De allí el sentimiento, dice Acevedo, de profesores como Saavedra.

Pero los datos dicen que los números que aseveró Saavedra en su audio privado son erróneos. Según cifras oficiales de la Dirección de Educación Municipal de Santiago, hay cuatro veces más estudiantes con Trastorno del Espectro Autista estudiando en la comuna -aunque ellos responden utilizando la sigla CEA, Condición del Espectro Autista- que hace algunos años. Entre el 2019, a pesar de que la matrícula total bajó en un 19%, “de 32.621 estudiantes en 2019 a 26.481 en 2025”, la matrícula de estudiantes “con Condición del Espectro Autista (CEA) ha mostrado un crecimiento sostenido, aumentando de 195 estudiantes en 2019 a 809 en 2025”.

En ningún caso el 60% de los estudiantes tienen esa condición. En 2019 había seis estudiantes TEA, un 0,46% de la matrícula. Hoy, son 60, un 7,80% de la matrícula.

Fuente: DEM Santiago

Eso sí, un 28% de la matrícula actual del INBA son estudiantes PIE: 220 de 769. En el Instituto Nacional, para hacer una comparación, la matrícula 2024 fue de 3.198 alumnos. De ellos, 423 (13%) eran PIE, y 58 (1,8%) eran TEA.

La explicación de por qué hay más TEA que antes, dice Alejandro Wasiliew, candidato a magíster en Psicología Educacional, miembro de la fundación Wazú -quien también es autista-, es porque hay más diagnósticos.

-Existe aún una idea errónea, muy de los 90, de lo que es el autismo. Y tiene muchos niveles. A medida que esa comprensión crece, aumentan los diagnósticos. Se ha dicho que hay una epidemia del autismo. Pero no: en realidad solamente cada vez más gente se reconoce como autista.

Fuente: DEM Santiago

Acevedo siente lo mismo. Dice que con la entrada en vigencia del SAE -tómbola-, más niños están siendo diagnosticados.

-Piensa que antes, estoy más que segura que había niños TEA en el INBA y en los emblemáticos. Nadie sabía que eran TEA. Pero eran mentes brillantes.

Eso sí, hay un punto que aún Wasiliew no logra dilucidar. El investigador explica que según la OMS, un 1% de los niños son autistas. Mientras que según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la cifra crece a 2,7%. Pero en INBA hay un 7%.

Desde la subsecretaría de Educación señalan que desde el 2023, a propósito de la entrada en vigencia de la Ley TEA, “los registros de estudiantes autistas en el marco del programa PIE comenzaron a sistematizarse”. Los datos arrojan que, si en 2023 había 63.642 estudiantes con autismo (1,75% de la matrícula nacional), en 2024 subió a 86.475 (2,41% de la matrícula nacional).

Asimismo, argumentan que este aumento “podría explicarse por diversos factores. Entre ellos se incluyen las mejoras en la capacidad de pesquisa y los diagnósticos”. Y añaden: “A medida que más estudiantes son identificados y acceden a programas educativos adecuados, se consolida el concepto de inclusión”.

Acevedo sugiere una tesis sobre esto: por un lado, la disminución notoria de la matrícula ha acentuado el porcentaje de alumnos PIE. Por el otro, dice, “crecimos a 22 funcionarios en el equipo de Integración. Por ende, tenemos más personal para identificar situaciones y apoyar”. Por último, cree que la labor como equipo es reconocida entre los emblemáticos. “Por eso nos prefieren”, suma.

Donde Saavedra sí tiene razón es que el INBA sí ha bajado sus puntajes. Pero Acevedo dice algo sobre esto.

-Los profesores sienten que el INBA se viene abajo por eso. Pero nosotros les decimos que no, que no hay nada comprobado, no hay evidencia que diga que los chiquillos, por ser neurodivergentes, vayan a disminuir los resultados académicos.

Acevedo sigue su explicación.

-Siento que está justificando con eso que el INBA no está subiendo en los puntajes. Pero es un tema estructural. Uno de esos problemas es que el INBA se tiende a politizar mucho, y los profesores estamos pendientes de otras cosas más que en el bienestar de los chiquillos. Porque no es solo ponerlos a hacer pruebas y chao.

Cuando en el equipo PIE se enteraron de las palabras del rector, dice Acevedo, reaccionaron con repudio. Por eso, redactaron una carta rechazando los dichos de Saavedra.

-Aún no nos pide disculpas -reclama Acevedo-. Pero lo que también molesta es que para otros temas, el colegio y el resto de los profesores siempre dan la cara. Nos vamos a paro o marchamos. Pero para este tema, que también es importante, no se dice nada.

Acevedo añade algo más al respecto.

-El colegio que él quiere, academicista, como antes, ya no existe. Y es bueno que haya cambiado. El colegio como está ahora, es como es el Chile real. Hay alumnos de todas las comunas y orígenes. Y no podemos vivir en el pasado. El contexto social ha cambiado.

Lo que lamenta la profesora es que aún existan tantos prejuicios frente al tema. Le pasa cuando escucha que apoderados no quieren enviar a su hijo a un especialista, a pesar de que tengan rasgos TEA: tienen miedo del diagnóstico que les pueda llegar.

Acevedo dice que hay casos de sus alumnos TEA que han entrado a la universidad. Con orgullo, habla de uno que se matriculó en Ingeniería en Informática y otro en Psicología. Martín también quiere estudiar algo con informática.

Enrique, en tanto, egresó de cuarto medio el año pasado. A pesar de que dio la PAES, decidió por su propia cuenta trabajar en algo que le gusta. Hoy, trabaja como cocinero en un restorán de hamburguesas mientras decide qué estudiar.

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