Encuesta Fundación Todas: más de la mitad de las mujeres se reconoce jefa de hogar y el 48% es la principal fuente de ingresos

VALPARAISO: Vida diaria en una pandemia
05 DE JUNIO DE 2020/VALPARAISO Dos mujeres usando mascarilla caminan por Avenida Pedro Montt. FOTO: MIGUEL MOYA/AGENCIAUNO

El sondeo sobre situación y autopercepción reveló que la mujer tiene un rol más presente en el hogar. Además, un 60% se identifica altamente como feminista y un 63% aseguró haberse sentido discriminada alguna vez.


La encuesta Situación y Autopercepción de las Mujeres es el primer sondeo que realiza la Fundación Todas, en conjunto con Cadem, y que tuvo como objetivo analizar a la mujer chilena en diferentes aspectos, tanto sociales como económicos. Para hacerlo, reunieron las repuestas de 1.000 entrevistadas entre 18 y 80 años, de todos los niveles socioeconómicos y de las principales ciudades de todas las regiones del país.

Entre la información que recabó el muestreo se encuentra cuál es el proyecto de vida que tienen las mujeres, su postura frente a temas públicos y feminismo, así como el índice de resiliencia.

El gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, Roberto Izikson, asegura que la muestra “es representativa de todo Chile, es una encuesta que logra hacer una fotografía de las mujeres mayores de 18 hasta los 80. Además, es proporcional en edad, en niveles socioeconómicos y que busca ir más allá, entendiendo cómo es la convivencia del hogar”.

02 DE MARZO DEL 2018 TEMATICA DE GENTE CAMINANDO POR FUERA DE EDIFICIOS DE OFICINAL SANTIAGO, CHILE FOTO: LUIS SEVILLA FAJARDO

En el ámbito familiar, de acuerdo a las respuestas, el 60% de las mujeres señaló ser jefa de hogar, mientras el 48% reveló ser la principal sostenedora del mismo. En ese sentido, Izikson destaca su participación: “Esto da cuenta de lo importante que es el rol de mujer en las dinámicas familiares. Esto va asociado también a que los principales sueños y aspiraciones están relacionados con la actividad laboral, económica y el desarrollo personal”.

En el ámbito social, hay tendencias que quedan en evidencia. Según la encuesta, dentro de las primeras prioridades de las mujeres está tener un ingreso y una vivienda propia, además de tener tiempo libre para el ocio, pues, en una escala del 1 al 7, más de 300 mujeres de las mil entrevistadas le dieron una calificación máxima a estas aspiraciones. Mientras que a casarse y tener pareja, solo 58 encuestadas le dieron un 6 o un 7.

El feminismo también aparece como una inclinación clara. Un 60% dijo sentirse altamente identificada con el feminismo, mientras que un 37% aseguró no sentirse tan parte del movimiento social. Por otra parte, un 63% de las encuestadas aseguró haberse sentido discriminada o violentada alguna vez por el hecho de ser mujer, la mayoría son de entre 18 y 34 años y de una clase social baja.

Respecto del feminismo, Tatiana Hernández, socióloga e investigadora del Observatorio de Género y Equidad, indica que el porcentaje de adhesión “probablemente tenga relación con los estereotipos ligados a las feministas. Esta mala idea de que el feminismo es contra los hombres, por ejemplo, tiene un impacto muy poderoso. Las feministas entendemos que el feminismo nos hace bien a las mujeres y hombres”.

Para Hernández, además, la solución a los casos de discriminación sería realizar cambios en la sociedad: “Hay que avanzar con urgencia a una sociedad más justa con las mujeres, aquello no es posible sin una educación no sexista, educación sexual integral, medios de comunicación que no naturalicen la violencia y discriminación que vivimos las mujeres, entre otras acciones”.

Carolina Goic, senadora (DC) y fundadora de la Fundación Todas, expresa su preocupación frente al elevado porcentaje de mujeres que manifestó haberse sentido discriminada o violentada: “Este es uno de los datos que llaman la atención. Es una cifra preocupantemente alta que tenemos que abordar. Es un tema que queremos estudiar y también abordar, y no solo la violencia física, también hay en redes sociales”.

Superación

La resiliencia, es decir, la capacidad que una persona tiene para superar situaciones traumáticas, tiene un balance positivo en las mujeres, ya que un 44% afirma que su escala de resiliencia es muy alta, mayoritariamente presente en mujeres mayores de 55 años y de un grupo socioeconómico alto o medio alto. Mientras que solo un 2% declara que es bajo.

“Para nosotros es súper importante mostrar esta mirada de la resiliencia, de cómo a partir de las experiencias que tenemos las mujeres somos capaces de tener una mirada positiva y seguir hacia adelante. Existen brechas y esas, sin duda, siguen siendo barreras de las que nos tenemos que hacer cargo”, sostiene Goic.

Campo laboral

Los resultados de la encuesta, especialmente en lo relacionado a la participación laboral, refuerzan la percepción de que la mujer está adquiriendo un papel más protagónico en el escenario del trabajo. Por ejemplo, su participación en cargos directivos del Estado aumentó un 22% desde 2013.

Además, si se compara el escenario nacional con el mundial, el panorama es un poco mejor. De acuerdo a la Ocde, brecha salarial de género se define como la diferencia entre los ingresos medios de hombres y mujeres en relación con los ingresos medios de los hombres. De acuerdo con dicha medición, se calcula que en Chile la brecha alcanza a un 12,5%, prácticamente igual al promedio de los países que integran la organización de países con mejores prácticas.

Sin embargo, la crisis sanitaria ha sido un obstáculo en la participación laboral de las mujeres que ha frenado el avance. De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el trimestre móvil de noviembre de 2019 a enero de 2020, el valor máximo de participación laboral femenina tocó el techo de 53,3%, pero durante los meses siguientes no hizo nada más que bajar y actualmente está en un 45,7%.

Andrea Canales, economista y docente de la Universidad de O’Higgins, sostiene que “lo que pasó en pandemia es que efectivamente mucha gente perdió la pega, pero también mucha gente tuvo que dejar de buscar trabajo, o sea, pasó a ser inactiva. Eso implicó que la tasa de los hombres cayera un 6%, pero la de las mujeres, un 10%”. En el caso de estas últimas, fue por temas familiares”.

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