La noche que dejó tres buses quemados en Recoleta

A medida que el sol comenzaba a salir en Santiago, los recoletanos que pasaban este jueves por la Av. Recoleta con Los Zapadores se encontraron con una imagen inusual: tres buses del Transantiago lucían totalmente quemados, con los fierros al descubierto, en plena calle.

Fue a las 23.01 horas del miércoles cuando personal de la Prefectura Norte de Carabineros se constituyó en la intersección de Avenida Recoleta con Los Zapadores, donde, de acuerdo con el parte policial, "se verificó el incendio de tres buses del Transantiago. Conductores manifestaron que un grupo indeterminado de encapuchados los abordaron, obligando a pasajeros y conductores a hacer abandono de las máquinas, las que incendiaron, huyendo del lugar. No hay lesionados".

Según los antecedentes que obran en el caso, habrían sido cerca de 30 los encapuchados que participaron del ataque, el cual fue perpetrado en menos de cinco minutos. Para establecer el origen del fuego, el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) se encuentra analizando los rastros de sustancias acelerantes que fueron encontradas en el lugar.

El ataque tuvo consecuencias, y no menores para los habitantes de la comuna. El Transantiago suspendió el trayecto de las líneas 208 y 203, las que pasan por la intersección donde ocurrieron los disturbios la noche del miércoles, como una medida de seguridad preventiva. ¿Y hoy? Se evaluará el panorama de las próximas horas para saber si es necesario mantener la medida.

El ministro (s) de Transportes y Telecomunicaciones, José Luis Domínguez, hizo una evaluación de los daños. "Se quemaron tres buses, lo que es muy, muy lamentable. Hay que entender que cada vez que un violentista quema un bus, 600 personas se quedan a pie, y es evidente que eso afecta directamente a la gente", explicó la autoridad.

Desde que comenzó el estallido social, el 18 de octubre de 2019, el transporte público han sido foco de los desmanes.

Según cifras del Ministerio de Transportes, hasta este jueves habían sido vandalizados 3.817 buses, de los cuales 63 fueron quemados. "Un bus cuesta US$ 300 mil, serían US$ 180 millones en pérdida", dijo Domínguez, quien manifestó su preocupación por restaurar la normalidad de los recorridos, siempre y cuando "existan las condiciones de seguridad para usuarios y choferes".

Escéptico ante las motivaciones de la quema de los buses fue el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC). En su cuenta de Twitter, el jefe comunal señaló que "la quema de buses solo afecta a quienes todos los días son víctimas de los abusos que tanto repudiamos. Esto no representa al movimiento social de los últimos meses. ¿Quién podría estar detrás y a quién beneficia un acto vandálico donde no hubo ninguna manifestación?". b