Histórico

¿A favor o en contra del burkini?

Una treintena de alcaldías francesas prohibieron el uso de esta prenda en las playas, generando un debate sobre la libertad de las musulmanas para elegir su vestimenta.

En 1955 el reconocido historiador libanés, Albert Hourani, vaticinó en un artículo que el uso del velo islámico iba a desaparecer. Su premisa estaba basada en la constatación que en muchos países árabes- como en Irak, Siria y Jordania- esta prenda estaba prácticamente en desuso. Sin embargo, su predicción resultó errada. Esto, porque el uso de cualquier forma del velo islámico se encuentra en alza, tanto en el mundo musulmán como en Occidente.

Francia-donde vive la mayor comunidad musulmana de Europa Occidental- está en medio de una controversia luego que una treintena de municipalidades de ciudades costeras del país prohibieron el uso del burkini (vestimenta de baño que cubre el cuerpo del cabello a los tobillos) argumentando el respeto de “las buenas costumbres y el laicismo”.  Ante el recurso presentado por organizaciones de derechos humanos, el Consejo de Estado francés, la máxima instancia administrativa del país, invalidó ayer el decreto municipal de Villeneuve Loubet, en la Costa Azul, que prohibe en sus playas el burkini. Su decisión era muy esperada en Francia por la posibilidad de que siente jurisprudencia en la treintena de municipios, incluidos Cannes o Niza, Según un sondeo Ifop, el 64% de los franceses está a favor de la prohibición y el 30% es indiferente.

Francia y Bélgica son los dos únicos países que han legislado sobre el uso del velo en lugares públicos, generando una gran controversia.

Así, las imágenes divulgadas esta semana en las que se mostraba a cuatro policías increpando a una mujer con velo en una playa de Niza, encendieron aún más el debate y no sólo en Francia, sino que en otros países de Europa, como Alemania, sobre si se puede reglamentar el uso del burkini.

Quienes están a favor de prohibir esta prenda argumentan que la mujer musulmana que lo usa lo hace porque está oprimida por los hombres. “El burkini no es una nueva línea de ropa de baño, es la versión de playa del burka y tiene la misma lógica: esconder los cuerpos de las mujeres para controlarlos mejor”, dijo la ministra francesa de la Familia, la Infancia, y los Derechos de la Mujer, Laurence Rossignol.

Algo con lo que no concuerda la creadora del burkini. “No creo que ningún hombre debiera preocuparse sobre cómo las mujeres se visten, nadie nos fuerza, es una elección de la mujer. Lo que ves es nuestra elección. ¿Me considero una feminista? Sí, quizás. Me gusta pararme detrás de mi hombre, pero yo soy el motor y elijo serlo”, dijo Aheda Zanetti, en una columna del diario The Guardian.

En varias entrevistas Zanetti ha explicado que creó el burkini para permitir que algunas mujeres musulmanas fueran a la playa sin temor a violar los mandatos del Corán. Incluso, muchas mujeres pudieron nadar y practicar deportes como el surf, gracias a esta prenda que, según Zanneti, “no es sólo para musulmanas con velo, también es para chicas modestas que quieren entrar al agua, pero que no quieren usar un bikini, así que se compran un burkini”, como lo dijo a la BBC, en 2007.

“Para mí, como alguien que lo ha usado por años, siempre ha significado que puedo nadar, y eso era una libertad que aún recuerdo y por la que estoy agradecida”, escribió la periodista de BBC, Shaimaa Khalil, de religión musulmana.

Sin embargo, la marroquí Intissar El Mrabet, una militante feminista de la Asociación de Iniciativas para la Protección del Derecho de las Mujeres, al ser consultada por el diario español El Mundo, se mostró en contra de esta postura. “El ‘burkini’ no sólo es un retroceso, sino una degradación para la mujer, es una falsa libertad. Es una prenda en la que las musulmanas se refugian de un patriarcado que les han impuesto”. “La realidad en los países musulmanes es que la mujer no es libre por la presión de la sociedad, por lo que hay que considerar que el ‘burkini’ es una imposición, y no una elección”, añadió.

“El asunto con las mujeres musulmanas es que, a menudo, son percibidas como indefensas y débiles y que no tienen voz propia. Queremos mostrarles que tenemos una voz y que podemos usarla”, dijo al diario The Guardian, Fariah Syed, activista británica musulmana que organizó una protesta en la embajada francesa en Londres el jueves pasado.

Pero no son sólo musulmanas las que quieren usar el burkini, ya que algunas mujeres occidentales han promovido su uso para cuidar la piel de la exposición al sol, sobre todo en Australia. Las ventas de esta prenda han aumentado un 200% en agosto. Mientras que en Europa, marcas como la sueca H&M y la británica Marks&Spencer empezaron a comercializarlo. De hecho, esta última señaló recientemente que todos sus modelos están agostados. Al mismo tiempo, H&M lo promocionó con el siguiente slogan: “No hay reglas en la moda”.

En un editorial el diario The New York Times señaló que esta histeria provocada por la prohibición de usar burkinis, amenaza con estigmatizar aún más y marginalizar a los musulmanes en Francia.

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