El sospechoso de un ataque a tiros perpetrado en enero, en el que murieron seis personas y resultaron heridas otras 13, incluida la congresista Gabrielle Giffords, volvió a Arizona el jueves, después de someterse a análisis mentales en Misurí, informaron las autoridades.

Jared Loughner llegó a Tucson, la ciudad donde ocurrió la matanza, después de pasar cinco semanas en una instalación de la Oficina de Prisiones en Springfield, Misurí, informó Chris DeRosa, un portavoz del Servicio de Agentes Armados de EEUU en Tucson. El sospechoso de 22 años de edad fue trasladado a un centro penitenciario federal en Arizona.

Loughner fue sometido a dos exámenes de competencia mental para determinar si entiende las consecuencias de los cargos que enfrenta y puede ayudar a su defensa. Los fiscales habían solicitado el examen, citando un vídeo de YouTube en el que creen que un encapuchado Loughner tenía puestas bolsas de basura y quemó una bandera estadounidense.

Lougher se ha declarado inocente ante 49 cargos federales derivados del tiroteo del 8 de enero en un evento donde seis personas murieron, entre ellas una niña de 9 años y un juez federal. La audiencia para establecer su competencia mental está programada para el 25 de mayo.

Si Loughner es declarado mentalmente incompetente, sería enviado a una instalación federal durante un mínimo de cuatro meses para ver si puede recuperar su cordura. La espera para ingresar a una de esas instalaciones puede durar hasta dos meses.

A un sicólogo designado por el tribunal y al psiquiatra que examinó a Loughner se les ordenó que no se concentraran en la cordura de Loughner en el momento del tiroteo.

Un juez federal falló el miércoles que el sicólogo que intenta determinar la competencia de Loughner debe recibir varios registros de salud del sospechoso; los de su pediatra, los de un hospital de salud mental que lo trató por una intoxicación extrema en mayo de 2006 y los de un centro de urgencias donde fue tratado en 2004 por razones que se desconocen.