Alemania canceló, después de casi 65 años,  las condenas aplicadas a desertores por los tribunales nazis,  juzgados por el régimen como "traidores de guerra".

Mañana el Parlamento alemán aprobará una ley que prevé la rehabilitación general de esos ex soldados, miles de los cuales pagaron con sus vidas su "insubordinación".

La ley, apoyada por todos los partidos representados en el Parlamento, concluye una larga batalla librada por los que, durante el nazismo, se negaron a obedecer a Adolf Hitler.

Se trata del único grupo de víctimas del régimen nazi que aún  no había sido rehabilitado plenamente aunque, en 2002, el Bundestag concedió la rehabilitación de algunos ex soldados en forma individual.

En aquellos años, alrededor de 100 mil soldados fueron encarcelados por el régimen acusados de "traidores de guerra", unos 30 mil fueron condenados a muerte y de éstos alrededor de 20 mil fueron ajusticiados.

Los nazis adoptaron en 1934, con modificaciones especiales, las leyes sobre traidores de guerra promulgadas en 1872, después del conflicto franco-alemán.

Aunque gran parte de las víctimas del Tercer Reich fue rehabilitada en el curso de los años la cuestión de los  traidores de guerra quedó abierta.

El deseo de dar una solución llegó en 2006 y fue planteado por la izquierda que sin embargo siempre encontró fuerte resistencia de parte de los seguidores de la Unión CDU-CSU.

"En la época no apoyábamos los esfuerzos para rehabilitar a los traidores de guerra", comentó Norbert Geis, exponente de los cristianos social-bavareses. "Estábamos seguros de que al menos una parte de aquellos traidores, con sus acciones, pusieron en peligro la vida de sus compañeros y no querías aprobar este tipo de comportamiento", explicó.

Luego, los conservadores autorizaron la iniciativa sobre la base de una investigación profunda de la cuestión de la que surgió que los desertores nunca pusieron en peligro la vida de los soldados que siguieron sirviendo al régimen.