Fue en abril, durante el Salón de Shanghai, cuando tuvimos el primer contacto con el Chery Skin, conocido a nivel mundial como A3, que está próximo a ingresar al mercado nacional. Fue en ese evento donde también se demostró la fortaleza de la otrora neófita industria automotora china.

Con una muestra gigantesca, el Dragón Asiático anunció que no sólo apunta a satisfacer su enorme mercado interno, sino que ahora quiere exportar. Entre las firmas locales destacó Chery, no sólo por su despliegue, sino por la claridad de sus objetivos.

Los ejecutivos de la firma adelantaron las novedades más inmediatas y apuntaron que una de sus metas era ingresar en segmentos de mayores ingresos, para insertar a la marca como un competidor global real. Y que para eso se hacía indispensable mejorar la calidad de sus productos.

Pues bien, la promesa comienza a cumplirse con la llegada del Skin, un modelo que goza de gran acogida en China, y que a Chile arriba con un motor de 1.6 litro de 117 Hp, asociado a una caja manual de cinco velocidades.

Lo conocimos en profundidad en Wuhu, donde Chery tiene su instalación más importante y ya entonces nos llamó la atención el diseño moderno y atractivo, el buen nivel de los materiales y acabados, a lo que agrega altos estándares en seguridad.

De hecho, en las pruebas de impacto realizadas por la C-NCAP (la versión china de la EuroNCAP), fue evaluado con 45,3 puntos de un máximo de 50, lo que significó la más alta calificación para un sedán familiar. Es la primera vez que se otorgan las cinco estrellas a un auto completamente desarrollado y construido en China.

UN SEGMENTO ARRIBA

Aunque por ahora llega en versión sedán, a principios de 2010 arribará el hatchback de cinco puertas.

El Skin pretende batallar en un segmento difícil, desconocido para la marca, pero de gran volumen. Ahí se encontrará con rivales afianzados, como el Chevrolet Optra, Toyota Yaris, Hyundai Elantra y Kia Cerato.

Las fortalezas para dar la pelea son varias. Primero, goza de un atractivo diseño, muy moderno, creado por el estudio de Pininfarina. Y en este punto hay que detenerse, pues el histórico lado flaco de la industria china comienza a desaparecer con los nuevos modelos que llegan a Chile, como el recientemente lanzado Jac 137, y ahora el Skin. En este caso, Chery quiere mostrar un modelo con rasgos propios, o como señalaron los ejecutivos en Shanghai, "consolidar una identidad de marca".

Destacan el frontal con una amplia parrilla, acompañado por grandes focos que se insertan en forma lateral, y una línea de cintura que asciende desde el frente hacia la zaga. Como detalle, las manillas traseras se ubican junto a las ventanillas, logrando así una mayor limpieza visual.

En el interior hay un buen trabajo en las terminaciones y se nota la preocupación por darles comodidad a los ocupantes, pues además del amplio espacio interior, hay 11 portaobjetos repartidos por el habitáculo.

El Skin se venderá en Chile en dos versiones diferenciadas por equipamiento, teniendo la variante tope de gama climatizador, alzavidrios eléctricos, sensor de retroceso con una cámara que transmite las imágenes a una pantalla de DVD, sensor de lluvia, tapiz de cuero, asientos delanteros calefaccionados, conector USB, mandos en el volante, guantera refrigerada y ocho parlantes.

En seguridad, dispone de seis airbags, control electrónico de estabilidad (ESP), frenos ABS con distribución electrónica de frenado (EBD), y control de tracción (TCS).

En el Skin es sencillo encontrar una buena posición de manejo, a lo que se agrega una visibilidad muy correcta en todos los ángulos.

Si bien el motor se siente algo flojo y poco ágil, especialmente porque ofrece poco torque a bajas revoluciones (tiene 147 Nm recién entre 4.300 y 4.500 rpm), destaca mucho el tacto excelente de dirección y su buena estabilidad, lo que permite llevarlo exigido sin temor a perder el control.

Por todas estas razones, el Chery Skin se transformará en el eje del proyecto que la marca busca consolidar fuera de sus fronteras, y de paso, salda la promesa que hicieron los ejecutivos en Shanghai de trabajar modelos con calidad internacional, y enfrentar a las marcas globales de igual a igual.