Dos de los más internacionales astros latinos podrían coincidir en la próxima película de Martin Scorsese, "Silence", que se rodará en Nueva Zelanda a finales de 2009.

El puertorriqueño Benicio del Toro y el mexicano Gael García Bernal negocian su participación en este film épico sobre jesuitas en el siglo XVII que intentan localizar a su mentor y llevar la fe a las orientales tierras de Japón.

Se basa en una novela de Shusaku Endo, que el realizador de "Infiltrados" tiene en mente desde hace una década.

Del Toro, quien nunca ha trabajado antes con el cineasta norteamericano, sería el coprotagonista al lado de Daniel Day-Lewis, según informa Variety este lunes.

Ambos interpretarían a misioneros jesuitas portugueses que viajan a Japón y deben encarar el martirio de aquellos a los que han convertido al catolicismo, sacrificados como animales hasta la muerte.

La tortura infligida consistía en colgar a las víctimas boca abajo con un corte detrás de la oreja hasta que perecían desangradas. De esta forma, las últimas horas de los mártires, a la espera de la muerte, sólo estaban acompañados por el silencio de Dios y el goteo constante de la sangre, junto al zumbido de las moscas.

Esta escena descrita por el también autor de "El Samurai" fue una de las que más atrajo a Scorsese, que volverá a colaborar en este proyecto con el productor Graham King, con quien antes hizo "Infiltrados", "El aviador" y "Pandillas de Nueva York".

Ganador del Goya por su papel en "Che: El argentino", Benicio del Toro estrenará este año "El hombre-lobo" y no cuenta con ningún otro proyecto firmado oficialmente por ahora.

Por su parte, el mexicano García Bernal -cuyas negociaciones acaban de iniciarse-  está a punto de presentar en la Berlinale su cinta "Mammoth", dirigida por Lukas Moodysson, y este año en principio sólo tenía previsto protagonizar "Pedro Páramo", del español Mateo Gil.

"Silencio", publicada en 1966, está considerada la obra maestra de Endo, uno de los pocos escritores católicos en el país del Sol Naciente. El título hace referencia a la indiferencia de Dios ante la crueldad de la que son víctimas sus seguidores.

La adaptación ha sido realizada por Jay Cocks, quien ya trabajó para Scorsese en cintas anteriores.