Sudáfrica será inolvidable para Marcelo Bielsa. De eso no hay dudas. Principalmente, porque dirigiendo a la selección chilena saldó la gran deuda que tenía pendiente como entrenador: avanzar de ronda en una Copa del Mundo.

Claro, porque lo que no pudo hacer con la selección transandina en el 2002, sí lo consiguió con la "Roja" el 2010. Con la "Albiceleste" quedó eliminada en primera fase, luego de sumar cuatro unidades (una victoria, una derrota y un empate), mientras que con la Selección accedió, hasta el momento, a los octavos de final, virtud a las seis unidades que consiguió (dos victorias y una derrota).

Quizás por esto, es que ha tenido una actitud más relajada los últimos días en el Ingwenyama resort de Nelspruit. Porque, a pesar de la presión a la que se ha visto sometido, sobre todo en la previa al partido con España, no se le ha visto tenso.

Un reflejo de esto es que se ha dado tiempo para compartir con su familia. En Sudáfrica se encuentra su hija mayor, Inés. Con ella ha pasado varias horas en el lugar de concentración de la "Roja", donde lo ha ido a visitar, y han concretado varias comidas juntos.

De hecho, tras conseguir la clasificación a los octavos de final ante España, el rosarino festejó enviándole un beso hacia la tribuna donde ella se encontraba, junto a algunas amigas. Esta misma ceremonia, se había repetido unos meses atrás, pero en Santiago. En el último duelo de las Clasificatorias, ante Ecuador, el entrenador recibió la visita de sus dos hijas, quienes ese día asistieron al estadio Monumental.

Inés Bielsa, además, estuvo presente en los duelos ante Honduras y Suiza en Puerto Elizabeth. Y acompañará a su papá mañana en el Ellis Park de Johannesburgo, en el trascendental partido de la "Roja" ante Brasil.

No es el único

Pero esta actitud de tranquilidad no existe sólo en Marcelo Bielsa, sino que es algo generalizado en  el cuerpo técnico de la Selección.

Por ejemplo, hace pocos días arribó a Nelspruit la esposa del ayudante de campo del "Loco", Eduardo Berizzo, Valeria. Ella también ha compartido con el ex defensor y asistió al decisivo juego contra los españoles. Por cierto, también estará mañana en Johannesburgo para apoyar a su esposo en el partido ante los pentacampeones del mundo.

Pero ese no ha sido la única distracción que ha tenido el ex defensor de la selección argentina. En el lugar de concentración de Chile se ha relajado con golf. Ayer, aprovechando la mañana libre de la "Roja", se levantó temprano y jugó junto al jefe de la delegación, el secretario general de la ANFP, Jorge Contador. También, son varios los enfrentamientos que suma con el dueño del Ingwenyama resort, el sudafricano Peter de Jager.