Bolivia da paso a jubilación anticipada de 65 a 58 años
La nueva ley de pensiones también incluye un beneficio especial para unos 70.000 mineros para que reciban sus rentas desde los 51 años.
El gobierno de Bolivia dio paso a una jubilación anticipada de 65 a 58 años con la nueva Ley de Pensiones que promulgó el Presidente boliviano, Evo Morales, a su retorno de la cumbre climática de Cancún.
La anterior edad de jubilación era de 65 años para los hombres y 60 para las mujeres, y la ley fue elaborada con activa participación de dirigentes de la unitaria Central Obrera Boliviana que inauguró hoy su nueva sede social en el centro de La Paz.
También fue creada la Gestora de la Seguridad Social en reemplazo de las administradoras de pensiones Futuro de Bolivia y Previsión que eran operadas por filiales del español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y Zúrich Financial Service de capitales suizos, respectivamente.
Previsión trabajó desde 1996 en Bolivia y administraba un 53 por ciento de 4.807 millones de dólares, monto de la cartera del Fondo de Capitalización Individual, según reporte al 31 de marzo de 2010 de la Bolsa Boliviana de Valores.
El restante 47 por ciento fue administrado por Futuro de Bolivia, filial de Zurich Financial Service, de capitales suizos.
El número de afiliados a las dos administradoras de fondos de pensiones alcanzó a 1,2 millones de ciudadanos bolivianos. Futuro de Bolivia tenía 586.471 afiliados y Previsión a 695.398 afiliados.
La nueva ley de pensiones también incluye un beneficio especial para unos 70.000 mineros para que reciban sus rentas desde los 51 años siempre y cuando trabajen en interior mina.
"Por cada dos años trabajados en interior (de) mina se reduce un año la edad de jubilación, con un máximo beneficio de cinco años de reducción para el benefició de la jubilación anticipada", explicó el ministro de Economía, Luis Arce.
El viceministro boliviano de Pensiones y Servicios Financieros, Mario Alberto Guillén, explicó que funcionará un Fondo Solidario para garantizar por 40 años el pago de rentas de la jubilación desde los 58 años, y para ello se dispuso que el aporte patronal suba de uno a tres por ciento.
Además, habrá un aporte de cada trabajador de un 0,5 por ciento y se transferirá un 20 por ciento de las primas de riesgo común y profesional al fondo solidario de los trabajadores.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), sin embargo, advirtió que la jubilación anticipada tendrá "una renta miserable de unos 470 bolivianos (67 dólares) por mes para la mayoría de las personas jubiladas porque ese monto representa el setenta por ciento del actual sueldo mínimo nacional".
Agregó que en Bolivia no existe garantía alguna para obtener empleo permanente por 30 años como proyecta la nueva ley de pensiones. "Trabajar treinta años y jubilarse a los 58 es un dato irreal", sostiene el Cedla.
"Todo sistema de pensiones necesita de una ingeniería financiera que le otorgue solvencia; si el individuo no aporta y luego recibe una pensión, alguien pagó por él o es el Estado el que subsidia esa jubilación", advirtió el economista Alberto Bonadona.
"El Estado no sabe manejar recursos de terceros", reiteró Bonadona sobre la creación de la Gestora de la Seguridad Social en reemplazo de las administradoras de pensiones.
Agregó que en la actualidad el Estado boliviano adeuda unos 3.000 millones de dólares a las administradoras de fondos de pensiones que tienen una cartera de 4.807 millones de dólares por administrar el Fondo de Capitalización Individual creado en 1996.
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