Los 22 voluntarios de la Cuarta Compañía de Bomberos de Lontué decidieron cerrar el cuartel, apagar sus radios portátiles e instalarse en carpas en los alrededores de la compañía, dejando de acudir a las posibles emergencias que puedan presentarse en la localidad de 15 mil habitantes.

Todo esto, en protesta por la sanción impuesta impuesta a siete de sus miembros, quienes fueron inhabilitados tras denunciar supuestas irregularidades en la utilización de fondos asignados para la reconstrucción de una sala para guardia nocturna.

El director de la Cuarta Compañía de Lontué, Antonio Barros, relató que la Superintendencia de Valores y Seguros entregó a la Superintendencia de Bomberos de Molina poco más de $4 millones, mientras que la Municipalidad de Molina aportó otro millón para la construcción de la nueva sala de guardia, cuya inversión inicial ascendía a poco más de $5 millones.

Los trabajos fueron ejecutados por un contratista, que también cumple las funciones de tesorero de la Superintendencia de Bomberos de Molina. Sin embargo, agregó el director, "al ser entregada la obra nos percatamos que carecía de una buena instalación eléctrica, agua potable y alcantarillado, por lo que denunciamos el hecho ante la Superintendecia de Valores y Seguros".

El director junto a otros seis bomberos de Lontué viajaron a Santiago para solicitar la presencia de fiscalizadores en el lugar, quienes, según el director Antonio Barros, determinaron que el monto invertido apenas superaba la mitad de los fondos fiscales asignados  para ello.

El superintendente del Cuerpo de Bomberos de Molina, Manuel Castillo, decidió inhabilitar a los siete voluntarios que hicieron la denuncia, mientras que el resto del voluntariado de Lontué, acordó la noche del sábado, protestar por la medida que consideraron injusta y arbitraria, cerrando el cuartel. Este lunes acudieron a la fiscalía de Molina, a denunciar la mala utilización de fondos.

El superintendente Manuel Castillo, explicó que los siete voluntarios de Lontué fueron sancionados por su rebeldía al no respetar el conducto regular , ya que viajaron a Santiago a denunciar el hecho. Asimismo, indicó que "el tesorero y contratista me informó que había terminado los trabajos y confié en su palabra, pero al enterarme que no era verdad, encargué un informe técnico que me permitirá determinar si la conducta del tesorero debe ser denunciada o no".