Boris Izaguirre lanza novela sobre una teleserie en la Cuba precastrista
El escritor, conocido en Chile por ser un deslenguado opinólogo, rinde un homenaje al pionero cubano de los culebrones.

Pese a que la imagen que quedó de él en Chile fue la de un escandaloso profesional, Boris Izaguirre es escritor. Y cada cierto tiempo publica libros. Siguiendo esta sana costumbre, ahora lanzó en España una historia de amistad y rinde homenaje a la telenovela en su nuevo trabajo, Y de repente fue ayer.
Con la mira puesta en un buen culebrón televisivo, el escritor venezolano narra una historia con la realidad social y política de la Cuba precastrista como telón de fondo, sobre amores entrecruzados, pasiones prohibidas y secretos superados.
Y de repente fue ayer rinde homenaje precisamente a este género, inventado en Cuba por Félix B. Caignet con El derecho de nacer en 1948. El primer autor de telenovelas inspiró a Izaguirre para crear el personaje de Efraín, un niño delgado, feo y pobre, pero con el don de saber contar historias.
Cuando un violento huracán pasa por Cuba, Efraín se convierte en uno de los pocos supervivientes y va a vivir en un orfanato con su amigo Ovalo, otro que resistió a la tragedia. Prodigiosamente bello, Ovalo es consciente del poder que implica su perfección y sabe cómo utilizarlo para dominar a los demás. Los dos compartirán convalecencia, trabarán una intensa amistad y dicho orfanato marcará un antes y un después en sus vidas.
"Es una historia con muchos sabores, olores y esta palabra mágica que es Cuba", definió el escritor, autor del éxito de ventas en España Villa Diamante. Izaguirre, nacido en Caracas en 1965, precisó que Y de repente fue ayer habla de una Cuba que fue "deslumbrante, terrible y emocionante" en distintos momentos, que abarcan la dictadura de Fulgencio Batista y el supuesto crecimiento económico de la isla durante los años cincuenta.
"Esta novela es un poco Ben-Hur", aclaró Izaguirre, en una referencia a la historia bíblica de dos amigos que se convierten en enemigos por circunstancias históricas y políticas. La obra está dedicada a Leopoldo Alas Mínguez ("un amigo amable y generoso que me enseñó Madrid"), muerto en 2008 durante la creación del libro.
A pesar del trasfondo real de la novela, Izaguirre reveló que nunca ha estado en la isla. "No me apetece ir a Cuba porque no quiero formar parte de un turismo explotador. Europa debería hacer una revisión de conciencia y preguntarse qué quiere allí", advirtió. "Pertenezco a una generación que ha abusado de hablar sobre lo que conocía. También me parece bien describir el mundo con verosimilitud, pero de otra manera", añadió.
El libro sale a la luz en el año del cincuentenario de la Revolución Cubana. "Veo Cuba por todas partes", aseguró el escritor. Izaguirre aludió también al tema del aborto, eje central de la telenovela El derecho de nacer (que sale en el libro como si hubiera sido escrita por Efraín) y que ha generado polémica actualmente en la prensa y la sociedad españolas.
"Félix Caignet fue muy valiente al hablar de este tema en aquella época", puntualizó, recordando que el escritor, pese a haber preferido quedarse en Cuba después de la Revolución, sufrió un "naufragio solitario" en su tierra. "Lo que él escribía en su obra se interpretó como una visión capitalista y burguesa de la sociedad, lo que era incómodo para el régimen", añadió.
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