Histórico

Chile tiene el corazón más rojo de Brasil 2014

Con una actuación sobresaliente, la selección nacional venció por primera vez en su historia a España (2-0) y abrochó la clasificación a octavos de final de Brasil 2014. De pasó, dejó fuera de competencia a los monarcas defensores.

El Maracaná ya no es un estadio maldito. El Maracaná ahora será el estadio de la épica, de la gloria chilena. El estadio donde hace 25 años Chile cayó en su mayor vergüenza, hoy pasa a ser el escenario de una de sus mayores proezas. Porque el equipo de Sampaoli jugó a lo grande, se vistió como el más grande y derrotó a España por 2-0 en la segunda fecha del Grupo B de la Copa del Mundo. Una jornada perfecta en que abrochó su clasificación a octavos de final y donde eliminó a los campeones defensores con total justicia.

España y el mundo esperaban irreverencia. El equipo de Sampaoli les cumplió. Les dijo a todos que este es más que un buen conjunto. Es más que una buena generación. Porque Chile le dijo a todo el planeta que ya no quiere ser un país que juega bien, pero que no gana nada. Ayer jugó para estar definitivamente entre los mejores del orbe.

Claudio Bravo saldó todas sus deudas, si es que las tenía después del Mundial pasado. Gary Medel fue un monstruo, una pesadilla para Diego Costa. Lo anuló totalmente, jugando como último hombre. Porque Francisco Silva entró inspirado, pero no en la posición que todos esperaban. Sampaoli lo puso de marcador por la derecha, para que Mauricio Isla tuviera auxilio con Iniesta y las subidas de Jordi Alba. Una movida perfecta.

Gonzalo Jara jugó como central izquierdo, con el nivel para estar en la primera línea de cualquier liga europea. Sobrio, seguro. Casi impasable durante los 90 minutos. Pedro fue un fantasma y España sufrió. Al centro, Marcelo Díaz y Charles Aránguiz, una dupla que se conoce desde la U campeona de la Sudamericana 2011. Tiempistas y socorristas. Capaces de administrar el balón, pero también de recuperarlos o ayudar en una faena que para Sampaoli ayer era la más importante: la intensidad para no dejar que los ibéricos encuentren su ritmo de toque y creatividad.

Es cierto, Arturo Vidal no está en su mejor momento futbolístico. Quién sabe hasta qué nivel puede llegar la Selección si lo consigue en la Copa del Mundo. Su presencia, sin embargo, es valiosa. Es una estrella del primer mundo del fútbol, respetado por todos. Compañeros y rivales. Y con la lesión de Aránguiz al poco andar del segundo tiempo, tuvo que redoblar su esfuerzo. Fue ahí cuando mejor jugó, de hecho.

Arriba, en tanto, Eduardo Vargas y Alexis Sánchez demostraron todo su valor. El primero definió como un crack para el 1-0 (20'), sacándose a Casillas con elegancia. El segundo, un foco de peligro constante, encarador, el señor de los irreverentes. Se atrevió a patear el tiro libre que luego, en el rebote, Aránguiz transformaría en el 2-0 con un puntete de barrio.

Chile hizo historia. Chile está en octavos de final de Brasil 2014 y ahora pelea por ser primero del Grupo B, para no enfrentar a Brasil en esa fase del torneo (asumiendo que los locales también ganarán su zona). Es imposible decir hasta dónde llegarán los pupilos de Sampaoli en la Copa. Pero sí hay certeza de algo. Chile se tituló de grande en un Mundial, y en el Maracaná. Por un día, quizás por cuántos más, es otra la Roja que domina el mundo del fútbol.

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