Como un importante avance en la comprensión de la base genética de este complejo trastorno que afecta a millones de personas alrededor del mundo, fue catalogado el estudio desarrollado por un equipo de científicos de la Universidad de Edimburgo.

La novedad de esta investigación, es que el grupo liderado por el profesor Aziz Sheikh encontró que la mutación de un determinado gen, aumentaban el riesgo de desarrollar trastornos alérgicos como el asma o el eccema.

"Encontramos que las personas con este defecto tienen más del doble del riesgo de desarrollar alergias", asguró Sheikh.

Los resultados fueron obtenidos, tras combinar y analizar 24 estudios anteriores, que habían demostrado que las personas con la presencia defectuosa de este gen eran mucho más propensas a desarrollar reacciones no deseadas tales como estornudos y picor en los ojos, dermatitis severa, asma, fiebre del heno y eccema.

Además, y según los resultados publicados en el British Medical Journal, la mutación de este gen también aumentó el riesgo de asma en las personas con dermatitis grave.

BARRERA PROTECTORA

A pesar de que hasta ahora no existía evidencia científica de un vínculo entre algún gen y la alergia, la nueva información entregada en este estudio, constata una fuerte influencia del gen de la filagrina, que es el que ayuda a la piel a producir una barrera protectora contra los cuerpos extraños que provocan las alergias, con el desarrollo de esta patología.

A partir de ahora, "restaurar la función barrera de la piel en personas con deficiencia de la filagrina al inicio de la vida puede ayudar a prevenir el desarrollo de la sensibilización y detener el desarrollo y la progresión de la enfermedad alérgica", aseguraron los autores.

Gracias a los resultados de este estudio, se podrían desarrollar nuevas terapias y medicamentos que ayuden a prevenir las alergias, que en los niños por ejemplo, afecta a uno de cada tres en los países desarrollados.