J.I.O.M. de dos años pasaba sus vacaciones en una parcela de Curacaví junto a sus padres, pero lo que nadie sabía era que la menor encontraría la muerte en la piscina de esa casa.

La niña cayó a la piscina de 13 metros de largo y 6 de ancho, la cual no contaba con protección a su alrededor. Ese momento, su padre la tomó y la dispuso en su vehículo para trasladarla hacia el Hospital de Curacaví.

Sin embargo, la velocidad al que el padre conducía su Toyota Yaris produjo que el vehículo se volcara.

Esta jornada se confirmó por personal del centro asistencial de la citada comuna, que la menor falleció por "asfixia por sumersión en agua" y no por consecuencias del posterior choque, por lo que al momento del volcamiento, la niña ya estaba sin vida.

En tanto, el triste episodio será investigado por el fiscal local de Curacaví, Luis Cáceres Bravo.