Conflicto en Egipto provoca fuertes divisiones en el mundo musulmán
Arabia Saudita ha emergido como el principal aliado del nuevo gobierno egipcio.
Ocurrió tras el fin del régimen de Hosni Mubarak en 2011, con el auge y caída del islamista Mohamed Morsi y ahora con la represión del actual régimen contra los seguidores del depuesto Presidente egipcio. En cada uno de estos eventos, los más dramáticos en la historia moderna de Egipcio, el mundo musulmán se ha dividido entre quienes apoyan o rechazan al gobierno de turno en El Cairo. Esta vez, Arabia Saudita ha emergido como el país clave para la actual cúpula cívico militar, mientras que Irán, Qatar y Turquía son los más críticos de la actual administración egipcia.
Tras el golpe contra Morsi, el 3 de julio, el rey saudita Abdulá fue el primer jefe de Estado en felicitar al presidente interino, Adli Mansur. A su vez, la semana pasada, después de la arremetida del régimen contra los manifestantes vinculados a los Hermanos Musulmanes -que ha dejado 1.000 muertos y más de 4 mil heridos-, el reino saudita hizo aún más explícito su respaldo al jefe militar egipcio, Abdel Fattah al Sissi. Arabia Saudita ha prometido respaldar financieramente a Egipto en caso de que EE.UU. y la Unión Europea suspendan la ayuda, algo que están evaluando. En todo caso, el premier interino egipcio, Hazen El Beblawi, señaló que ellos pueden sobrevivir sin la ayuda militar de EE.UU.
Por lo pronto, Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Arabes Unidos -las tres naciones de la región que apoyan a El Cairo- anunciaron el envío de US$ 12 mil millones. Esta cifra supera con creces la ayuda anual de Washington a Egipto (US$ 1.500 millones) y los US$ 1.300 millones de la UE. Ayer, la Casa Blanca desmintió los reportes del portal The Daily Beast, según los cuales el gobierno de Barack Obama decidió suspender temporalmente la ayuda a Egipto.
¿Por qué reinos como Arabia Saudita respaldan al actual gobierno egipcio? Anne-Beatrice Clasmann, corresponsal de la agencia alemana Dpa en El Cairo, estima que los Hermanos Musulmanes están considerados por los monarcas árabes como una amenaza para sus propias aspiraciones.
"Esta postura puede parecer paradójica, ya que el estilo de vida conservador que los monarcas islámicos del Golfo imponen a sus súbditos coincide con el que promulgan los Hermanos Musulmanes. Pero los Hermanos Musulmanes propugnan un modelo contrario a las monarquías hereditarias y que aspira a estar al servicio de Alá, una idea atractiva para muchos jóvenes árabes del Golfo", señaló Clasmann.
Otra visión tiene Robert Fisk, el veterano corresponsal del diario inglés The Independent. "Arabia Saudita no está realmente interesada en ayudar a ejércitos extranjeros, pero sí está respaldando a los salafistas que obtuvieron un extraordinario 24% en las últimas elecciones parlamentarias".
En el caso de Qatar, el emirato mantiene su suministro de gas a Egipto, pero condenó en duros términos la represión contra los adherentes de Morsi.
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