Un agricultor brasileño de 54 años fue  detenido hoy luego de mantener cautiva durante casi dos décadas  a su hija, a quien abusó sexualmente y con la que tuvo siete  hijos, en el estado de Maranhao, noreste de Brasil.

El caso, que conmociona a Brasil, ocurrió en una zona rural  del municipio de Pinheiro, ubicado a 340 kilómetros al sur de  Sao Luis, capital del estado de Maranhao.

La policía conoció el caso por una denuncia anónima en medio  de una campaña contra la paidofilia, dado que había violado a  una de sus hijas-nietas, de seis años.

Según informó la Policía Civil de Maranhao, el acusado José  Agostino Bispo Pereira confesó los crímenes y será juzgado por  los delitos de secuestro, violación agravada por el vínculo,  abandono material e intelectual y malos tratos.

El comisario Jair Lima de Paiva Junior informó que el padre  comenzó a abusar de su hija cuando ella tenía unos 16 años.

"De esas relaciones tuvieron siete hijos. El mayor tiene 12  años y el menor, dos meses", explicó el comisario.

Ni la madre ni los siete niños saben leer o escribir y  siempre permanecieron en una vivienda precaria de barro y paja  en una zona rural de Pinheiro llamada Experimento, en el  interior del estado más pobre del país.

"Algunos de los niños tienen señales de desnutrición. Estaban  tan alejadas de la sociedad que se asustaron y salieron  corriendo cuando la policía llegó de automóvil", comentó el  comisario.

La mujer de Pereira y la madre de la joven abandonó a la  familia hace más de veinte años.

La prensa brasileña comparó el caso con el del ingeniero  jubilado austríaco Josef Fritzl, de 73 años, condenado a prisión  perpetua por violar a su hija y mantenerla en cautiverio por 24  años. También ella tuvo siete hijos de su padre.