Recorrer la joven Región de los Ríos, descubriendo sus pueblitos y rincones, es algo que los chilenos aún no valoramos en su real magnitud. Y nos queda claro cuando, a través de un recorrido, vamos encontrando numerosos turistas extranjeros, maravillados con hermosos e inexplorados paisajes. Pero si a una naturaleza impresionante –con diferentes tonos de verde, ríos y lagos cristalinos–, le agregamos una gastronomía única, en la que se mezclan productos autóctonos con tradiciones europeas, el resultado es toda una experiencia. Aquí, los datos que recogimos en nuestra aventura que, por sobre todo, tuvo sabor.  Los alrededores de Valdivia, Paillaco, Futrono y Lago Ranco, La Unión y Río Bueno merecen un alto en el camino.

1. CHOCOLATERÍA KYRA: DULCE TRADICIÓN
Luego del almuerzo, recomendable es una pasada por esta chocolatería que está entrando a Río Bueno.

Kyra Heufemann, descendiente alemana, partió elaborando dulces, tortas y chocolates como hobby, hace 20 años. "Preparaba huevos y conejos de Pascua de Resurrección, fiesta muy celebrada por acá'', nos dice. Tímidamente comenzó entregando sus golosinas a un establecimiento, y fue tanto el éxito que empezaron a pedirle más y más. Entonces, viajó a Santiago a especializarse. Hoy, su pequeña tienda parece sacada del cuento de Hansel y Gretel, no da abasto con los pedidos. De las tortas, destaca la Selva Negra en versión propia, con merengue y guindas maceradas, famosa en la región y favorita entre los turistas que se han enterado de este secreto, porque Kyra es bastante reservada. Entre los adictos a sus chocolates y mazapanes se destacan: Kike Morandé, Andrés Allamand, Juan Antonio Coloma y Jorge Rodríguez Grossi, por nombrar algunos.

Teléfono (64) 341402, Comercio 200, Río Bueno.

2. DE PELLÍN Y COIGÜE: CARNES, PESCADOS Y PARRILLA
Camino a Futrono, en el Condominio San Andrés, está este acogedor restaurante atendido por sus dueños: Vicente Pérez Rosales y su señora María José, que nació como tienda de decoración y artesanías. Rústico, acogedor y con una espectacular vista al lago Ranco, se levantó con maderas de demolición. En el suelo, se mezclan piedras y madera de pellín, lo que da origen a su nombre. Su especialidad es la parrilla, los asados al palo y las carnes. En la carta es posible encontrar, también, salmón y truchas en papillote, así como las recomendables papas al gratín. Unos tentadores pancitos de trigo limpio, los catutos al estilo mapuche, acompañados de pebre, acompañan el aperitivo. Sus acaramelados de manzana y betarraga, y otros imaginativos postres, son realmente buenos. El lugar cuenta con cafetería y una boutique de finos artículos artesanales. Abierto todos los días del año, menos lunes en invierno. Precios por pareja, $25.000, aprox.

Teléfono (63) 247867, Camino a Futrono, Condominio San Andrés, Futrono. www.interpatagonia.com

3. FOGÓN QUIMEY: SABROSO Y CONTUNDENTE
En la entrada norte de Río Bueno y en su mismísima ribera se encuentra el Fogón Quimey, cuyo nombre en mapudungun significa "bueno".

Su dueño, Víctor Vera, siempre fue aficionado a la cocina y, por años, tuvo en mente tener su propio restaurante. Preparaba, con éxito, comidas para fiestas institucionales hasta que decidió independizarse y, junto a su mujer, Myriam Troncoso, creó en 1986 este fogón que hoy atiende también con la ayuda de sus hijos.  Situado sobre el río Bueno, desde su comedor se aprecia una vista privilegiada, con las embarcaciones que surcan las transparentes pero frías aguas.
Famosas son sus empanadas de pino con carne picada a la antigua, caldúas y sabrosas, y las de queso-camarón. De sus pescados y mariscos, destaca el salmón al coñac. También las cazuelas de ave de campo o vacuno, y uno de sus platos estrella: jabalí con salsa de cerezas.

Orgulloso, Víctor dice que desde sus inicios, turistas nacionales y extranjeros han hecho una parada obligada en sus comedores. También personalidades de la política, desde presidentes a senadores de todas las tendencias, han dejado felicitaciones en sus cinco bitácoras.

Teléfono(64) 341453. Entrada Norte a Río Bueno. www.fogonquimey.cl

4. PRODUCTOS NATURALES CZISCHKE: CECINAS CASERAS
De regreso a Valdivia, pasamos por un dato que queríamos corroborar. Por fuera, parece una casa cualquiera en el Km 8 de la ruta Paillaco-Valdivia. "Aquí se elaboran unas cecinas caseras extraordinarias", nos habían advertido. Entramos, probamos y salimos cargando costillares ahumados, longanizas y otras especialidades.

Gustavo Czischke partió hace cuatro décadas elaborando cecinas caseras y artesanales, que lo hicieron famoso en la región. Al fallecer, su hija Patricia continuó la tradición, siempre apelando a productos naturales, sin aditivos químicos.

Longanizas con diferentes aliños, patés, queso de pernil, kassler (chuletas aliñadas y ahumadas), costillar ahumado, arrollado huaso de lomo, jamón acaramelado, jamón crudo (como serrano, pero de lomo), salame francés, alemán e italiano, salchichas, longaniza alemana, convierten este lugar en una parada obligada para el turista gourmet. También ofrecen repostería, conservas, mermeladas, bombones, pan amasado, mote con huesillos con trigo pelado en forma casera.

Al lado, en una cabaña de troncos, está el pequeño restaurante y salón de té de Patricia, donde ofrece un "menú de la casa" que trae kassler con agregado, pan amasado, ensaladas, bebida, jugo natural o cerveza, postre, té o café, por $ 4.900. Las "onces alemanas" constan de café de malta (cereal tostado con higo), pan, mantequilla, variedad de cecinas, mermelada y kuchen, todo por $ 3.900.

Los sándwich de lomito de cerdo en pan amasado y mayonesa casera son insuperables y sus tablas con cecinas surtidas incluyen, además, queso de campo, pan, mantequilla y pasta de ají, una delicia, para acompañar un trago, una copa de vino o una cerveza. Pero Patricia no para, nos cuenta que pronto ofrecerá como atractivo, paseos por senderos en un bosque nativo cercano al local, dentro de la propiedad.

Patricia Czischke, teléfono. 9-7775741. Ruta Paillaco-Valdivia, Km 8.

5. PARQUE ILIHUE: CARNES EXÓTICAS Y EXCURSIONES
Gabriel Rojas y su madre, Isolde Rudolph, llegaron en 2006 al lago Ranco con la idea de iniciar alguna empresa que fuera amigable con el medioambiente y, al mismo tiempo, rentable. Así, crearon la marca Secretos del Sur y comenzaron con la apicultura. Actualmente, son distribuidores de miel desde la Décima a la Región Metropolitana. En vista de la demanda y ante la necesidad de tener un lugar donde vender sus productos, a los que se habían agregado chocolates, mermeladas, conservas y artesanías, nace Parque Ilihue en una parcela de 20 hectáreas al que, luego, sumaron cabañas y todo un proyecto de entretención, con cabalgatas por senderos que miran al lago y sus islas y, este verano, un restaurante con exclusivas  especialidades, desde codornices a conejos, pasando por asados de lechón, carnes a la parrilla y jabalí, todos criados en su campo. Además de postres alemanes y austriacos.

Situado a orillas del Ranco, está rodeado de una vegetación de ensueño. Alojamiento en cabañas, para cinco personas, entre $ 40.000 y $ 55.000. También cuenta con PaintBall.

Teléfono 9-8482213. Km 5,3 desde Lago Ranco hacia Riñinahue. Tienda Secretos del Sur: Concepción 620, Lago Ranco, con productos naturales y caseros.

6. CAVIAHUE: REFINAMIENTO MAPUCHE
En Paillaco, pequeña localidad al sur de Valdivia, está el restaurante de comida fusión, Caviahue, que en mapundungun significa "lugar de encuentro". Está construido en madera de ciprés, rodeado de vegetación y en su decoración destacan elementos mapuches: desde orfebrería a cerámicas y lanas. Sus dueños, Viviana Montesino y Luis Cerda, crearon una carta que combina sabores internacionales con elementos ancestrales de la cultura mapuche, como trigo mote, merkén, granos, kollofe, maqui, piñones, nalcas y una buena variedad de papas. Destacan las carnes en horno de barro, acompañadas de rissottos de trigo mote en diferentes combinaciones; las papas chilotas salteadas con piñones y vino chardonay. También truchas y salmones a la mantequilla y oliva, con finas hierbas. En cuanto a repostería, mousse de piñones y helado casero de arándanos son los favoritos y, por supuesto, el pisco sour al merkén como aperitivo.

Varios productos vienen de sus propios cultivos, como las papas, hierbas y plantas medicinales. "Partimos el verano de 2008 y, en este corto tiempo, hemos sido visitados por un público que se ha compuesto especialmente de exploradores gastronómicos'', comenta su dueña.

Menú completo, con aperitivo y bajativo por $10.400. Teléfono 8-5429750, Ruta T 207, Km 33, Sector Huichahue Bajo, Paillaco.

7. PICAMADEROS: LA PASTA DE VALDIVIA
En la calle Esmeralda –en Valdivia–, este es uno de los lugares más pintorescos del casco antiguo. Restaurante con ambiente y excelente comida basada en carnes y pastas. Sus dueños, los hermanos Felipe y Juan Pablo Ateaga, fueron asesorados por su padre, Juan Carlos Ateaga, propietario del New Orleans, exitoso lugar de encuentro ochentero, de calle Suecia en Santiago. "El nombre del restaurante debía estar relacionado con el tema de la madera, ya que su estructura descansa en unos añosos cipreses que se aprecian en su interior. Queríamos un nombre simple, que hiciera pensar en algo rústico", explica Felipe, quien administra el local. El Picamaderos, que en julio cumple dos años, es un local familiar para no fumadores, por lo que los niños son bienvenidos. Variedad en pastas caseras –rellenas con jaiba, frutos de mar, pollo o jamón y queso– y carnes jugosas, lo sitúan como una de las mejores cocinas de Valdivia, y el pan casero calentito, con diferentes pebres, es el ingrediente que abre el apetito. Para finalizar, un toque dulce: profiteroles con helados o torta de tres leches.

Precio pp. $10.000 aprox. Teléfono (63) 228771. Esmeralda 686, Valdivia.

8. SECRETOS DE LA UNIÓN: ENCURTIDOS PREMIUM
Pedro Grez y su mujer, Bárbara Leisinger, cambiaron la ciudad por el sur e, instalados en su campo de La Unión, se dedicaron elaborar selectos encurtidos, de la manera en que se preparaban hace años en Europa. Quisieron agregarle un elemento diferenciador: totalmente artesanales, con las más finas carnes y, de paso, caon materias primas que no fueran cerdo, como es lo habitual. Hoy gozan de reconocido prestigio, han ganado varios premios y sus productos están en selectos restaurantes de la capital, como El Europeo o en el Senso, del hotel Grand Hyatt.

Los jamones patagónicos tienen la mitad de grasas que un jamón crudo –o serrano– elaborado de cerdo y se obtienen del proceso artesanal de curado y madurado de carnes de alta calidad. A este jamón de vacuno en Europa se le conoce de diferentes maneras: en Suiza, bundnerfleisch; en Alemania, rinderschincken; en Italia, bresaola, y en España, cecina de la Provincia de León, donde tiene denominación de origen.

En Secretos de La Unión también lo ofrecen en carne de wagyu, una exclusiva delicia que viene en tres variedades; además, vacuno ahumado, cordero ahumado, jabalí y ciervo.

Este empresario gastronómico comenta que esta actividad les ha traído muchas satisfacciones y logros. "Es una forma de ver la vida, los hijos, la familia y los amigos. Es una buena forma de vivir, alejados del estrés de la gran ciudad. Haciendo las cosas como se hacían antes, con tiempo, con cariño y naturales'', afirma Pedro Grez.

Teléfono (64) 32333. Predio San Carlos s/n, La Unión. Sus productos también se pueden encontrar en Jumbo Alto Las Condes. www.secretosdelaunion.com