Histórico

Crecimiento del arbitraje en Chile

<font face="tahoma, arial, helvetica, sans-serif"><span style="font-size: 12px;">El arbitraje se ha convertido en una herramienta popular de resolución de conflictos comerciales, y Chile se ha constituido en un referente como sede de arbitrajes internacionales.</span></font>

EL PANORAMA del arbitraje comercial en Chile ha cambiado drásticamente en los últimos años, como lo revelan el creciente número de casos con empresas chilenas promovidos ante reputados centros de arbitraje internacional como la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (la "ICC") y ante otros centros arbitrales locales.

La creciente importancia del arbitraje ha estado condicionada por factores endógenos y exógenos. Dentro de los primeros se encuentra el desarrollo de un marco regulatorio moderno que llegó de la mano de la nueva ley de arbitraje internacional y la ratificación de convenciones internacionales relevantes; el apoyo de nuestros tribunales de justicia en reconocer la autonomía de la voluntad de las partes para someter sus disputas a arbitraje y el continuo desarrollo del arbitraje local que ha logrado incorporar prácticas más flexibles y modernas.

Pero quizás más importante aún ha sido el rol que han jugado los factores exógenos, cuyas disputas tienen por objeto resolver el arbitraje. Los últimos años de crecimiento en Chile han estado marcados por la explosión de industrias que acuden al arbitraje como la construcción, minería y energía, y que suelen involucrar proyectos de largo plazo asociados a altas sumas de inversión, con la participación de socios extranjeros que aportan capital y "know-how", la intervención del Estado a través de empresas estatales que intervienen en estas industrias, y con una exposición recurrente a disputas dada la duración prolongada y los altos montos involucrados en los proyectos.

Así también se ha vivido un período caracterizado por un proceso acelerado de internacionalización de diversos grupos chilenos que han realizado inversiones y adquisiciones relevantes en el extranjero, en áreas como las antes mencionadas, y otras como el retail y distribución, transporte, banca, industria automotriz, celulosa y papel, y alimentos.

El arbitraje se presenta como el mecanismo por excelencia de resolución de disputas, dado que ofrece rapidez, neutralidad, flexibilidad, especialidad, confidencialidad y finalidad. Rapidez en cuanto demora en promedio 18 meses y tiene en el arbitraje internacional una única instancia. Neutralidad para proyectos entre empresas de distinta nacionalidad, pues ninguna queda sometida a los tribunales de la nacionalidad de la otra parte. Flexibilidad en cuanto las partes son libres de pactar el procedimiento más adecuado a sus necesidades e intereses. Especialidad, ya que a diferencia del Poder Judicial, es posible elegir a árbitros expertos en la materia. Confidencialidad, lo cual permite cuidar secretos industriales y preservar relaciones comerciales a futuro. Y  finalidad, en el caso del arbitraje internacional, en cuanto a que la sentencia es ejecutable en más de 140 países miembros de la Convención de Nueva York de 1958 sobre Reconocimiento y Ejecución de laudos arbitrajes extranjeros, sin posibilidad de plantear objeciones de fondo por la parte vencida.

Debido a todas estas condiciones, el arbitraje se ha convertido en una herramienta popular de resolución de conflictos comerciales, y Chile se ha constituido en un referente como sede de arbitrajes internacionales dentro de América Latina, dadas las fortalezas de su marco legal e institucional.

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