Hace un par de días circuló en Twitter, como "tema del momento", el hashtag #soydelageneraccion, del que se prendaron varios para desenterrar nostálgicamente hábitos de los 80. Pero hubo espacio también para lo más perenne de lo producido en esos años, como evidenciaron quienes hablaron del estreno de Electrodomésticos: el frío misterio. Y se advierte de entrada que este documental de Sergio Castro, premiado en el último festival In-Edit, resarcirá de una forma u otra todo quien haya sentido alguna vez moverse el suelo al escuchar creaciones tan notables como Yo la quería, Enbolivia o la canción que da el título. También a quien sienta curiosidad por explorar la trayectoria de este trío de amigos curtidos en las tocatas del Garage Internacional de Matucana. Adicionalmente, en su arriesgada operación de guardarse cartas para el final, la cinta muestra audacia y voz propia. Dicho eso, los variados testimonios, pródigos en ombliguismo y autobombo, aportan más explicaciones épicas y redondas que lo que el "misterio" del título aconsejaría. Como si todo calzara. Como si la innovación fuera un mérito per se. Como si la vida y obra de los "electros" no pudiera hablar más por sí misma.