Histórico

Después de 20 años, el teatro vuelve al Cariola con ciclo de seis obras

Este jueves parte Teatro al Fin, con títulos como Acceso e Hilda Peña.

cariola

Fue uno de los epicentros culturales de mitad de siglo, e incluso algunos lo consideraban, después del Municipal, el teatro más importante de Santiago. Encumbrado en calle San Diego, a dos cuadras de la Alameda, el Teatro SACTh (perteneciente a la Sociedad de Autores Teatrales de Chile) fue inaugurado el 19 de marzo de 1954 con el estreno de Qué vergüenza para la familia, obra escrita por el periodista, dramaturgo y uno de los fundadores del gremio, Carlos Cariola. Tras su muerte, en 1960, el edificio pasó a ser conocido popularmente como Teatro Cariola.

Declarado Monumento Histórico Nacional en 2010, desde entonces sus cinco pisos y 1.500 butacas, divididas en dos teatros (su segunda sala lleva por nombre Alejandro Flores, en homenaje al actor y galán chileno de principios del siglo XX), fueron testigos de la aparición de nuevos teatros y salas al norte de la Alameda, hasta donde se desplazó la escena. En los últimos años, el Cariola anunció en su entrada una que otra obra -como Jesucristo Superestrella y otras de repertorio escolar-, pero en su mayoría fiestas y conciertos de bandas emergentes. Desde este jueves, sin embargo, el Festival Teatro al Fin, que tendrá seis reestrenos hasta el 5 de agosto, intentará reinsertarlo en la escena teatral luego de 20 años.

Camila Hidalgo, de la productora Transistor y coordinadora de la muestra, cree que "era tiempo de que el Teatro Cariola generara nuevas audiencias y dejara de ser solo un mito". El ciclo arranca este jueves, a las 22 horas, con la presentación de Lágrimas, Celos y Dudas (Las tres hermanastras), el trío compuesto por las actrices María Paz Grandjean, Manuela Oyarzún y Marcela Salinas, quienes subirán al escenario a mostrar parte de su repertorio, que combina teatro y música. El viernes lo hará Acceso, el monólogo dirigido por Pablo Larraín y protagonizado por Roberto Farías. Le seguirá Demonios, del sueco Lars Norén, el sábado 30, puesta en escena por Marcos Guzmán, y con Néstor Cantillana y María Gracia Omegna en su elenco.

Luego, el martes 2 de agosto, será el turno de Hilda Peña, el unipersonal de Isidora Stevenson, ganador de la Muestra Nacional de Dramaturgia 2014, protagonizado por Paula Zúñiga. El jueves 4, en tanto, a nueve años de su debut, volverá a las tablas La amante fascista, de Alejandro Moreno, otro texto ganador de la Muestra de Dramaturgia Nacional bajo la dirección de Víctor Carrasco, y protagonizado por Paulina Urrutia. Finalmente, el viernes 5, Los Contadores Auditores, la dupla integrada por Juan Andrés Rivera y Felipe Olivares, cerrarán el ciclo con La tía Carola, estrenada en 2011.

"La selección implicó revisar varios de los estrenos locales desde el año 2004, y creemos que estas obras reflejan, en parte, lo que está ocurriendo en la escena actual", dice Camila Hidalgo. "También abordan, desde variadas propuestas visuales y géneros, distintas temáticas que al público parece interesarle, desde lo político y social, hasta el humor y la sátira más dura", agrega y adelanta que el proyecto tendrá al menos una continuidad de dos años: "Pretendemos que el Cariola reviva con una programación de teatro familiar y otra para adultos, pues durante estas dos décadas, y a pesar de mantenerse en pie, este escenario formó parte de la historia teatral chilena, y no podía seguir marginado".

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