Señor director:
A través de Twitter se nos recordó unas entrevistas que Marco Enríquez-Ominami dio en 2003 y 2004 respecto de algunos pensamientos sobre Chile, sus tradiciones y sus jóvenes, en las cuales dice que Santiago debe ser una de las ciudades "más feas" del mundo, que la bandera chilena es "asquerosa"  y que en las fondas "sólo veo votos", mientras que el resto le "parece una pila de curados".
Que la filtración naciera de la hija mayor de Sebastián Piñera no es lo que se podría decir como algo "bonito", y se podría tomar como parte de una campaña sucia, pero en realidad es lo menos importante de todo. Ahora que de sus declaraciones se atribuyan al hecho de que era un joven es, por decir lo menos, ridículo, debido a que este joven tenía 29 años y ya a esa edad uno debe asumir sus "condoros".
Así como MEO exigía transparencia en los gastos electorales, yo le exijo transparencia y que reconozca su real pensamiento sobre Chile, sus tradiciones y, por supuesto, sobre su gente, que es lo que al final importa.
Claudio Bruce Zamora