Histórico

El costo de la ostentación en medio de la pobreza

¿Qué tienen que ver Facebook, WikiLeaks y los zapatos de Imelda Marcos con la revuelta en Túnez? BBC Mundo se lo cuenta.

La protesta popular que se saldó con el derrocamiento del presidente tunecino Zine al-Abidine Ben Ali es la primera de su tipo en tener éxito en la historia reciente del mundo árabe.

Para algunos se trató además de la primera revuelta exitosa apuntalada por el uso de redes sociales como Twitter y Facebook.

Y según Paul Harper, de la BBC, los acontecimientos también podrían haberse visto precipitados por las revelaciones hechas por WikiLeaks.

Efectivamente, en medio del diluvio de documentos diplomáticos confidenciales estadounidense filtrados por el sitio de internet, las historias sobre la corrupción de la familia gobernante de Túnez no recibieron mucha atención a nivel internacional.

"Pero aunque sus relatos seguramente no sorprendieron a la mayoría de los tunecinos, si les permitieron confirmar sus peores sospechas y alimentaron la rabia que desembocó en una insurrección", dijo Harper.

CORRUPCION Y RIQUEZAS

En sus comunicaciones con el Departamento de Estado los diplomáticos estadounidenses advirtieron que la corrupción en Túnez iba de mal en peor.

"Ya sea que se trate de efectivo, servicios, tierra, propiedades o incluso su yate, lo más probable es que la familia del presidente Ben Ali lo ambicione, y se dice que siempre consigue lo que quiere", afirmaban los enviados de Washington.

Así, en uno de los cables, se cuenta como dos sobrinos del mandatario se habían apoderado del yate de un empresario francés.

En otro, el embajador de EE.UU. describía un opulento almuerzo ofrecido por el yerno del presidente, quien tenía un tigre en una jaula y mandaba a traer los platos por avión desde el balneario francés de Saint-Tropez.

Y, según Harper, mucha de la rabia se centró en la esposa del presidente, Leila, y su familia, los Trabelsi, quienes supieron aprovechar sus conexiones, para construir todo un imperio comercial que incluía una línea aérea, hoteles, estaciones de radio y una fábrica de automóviles.

MARCOS, DUVALIER, SOMOZA
Estos relatos probablemente le resulten familiares a muchos en América Latina, África y Asia, donde a lo largo de la historia numerosas familias gobernantes han acumulado grandes fortunas al amparo del poder.

De hecho, como explica Harper, aunque en público la señora Ben Ali aparecía como una figura progresista que promovía los derechos de la mujer, "en privado sus críticos se referían a ella como la Imelda Marcos del mudo árabe".

Imelda Marcos es la viuda del ex presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, quien también se vio obligado a abandonar el país luego de una revuelta popular, en 1986.

A su partida, la ex primera dama dejó abandonados en el palacio presidencial 15 abrigos de piel, centenares de vestidos y miles de pares de zapatos.

Pero según algunos cálculos, durante los más de 20 años de Marcos en el poder, su familia y allegados amasaron una fortuna de más de US$10.000 millones, en su mayoría provenientes de las arcas públicas.

Mientras, los rumores según los cuales el presidente Ben Ali se marchó de Túnez llevándose consigo una tonelada y media de oro de las reservas del país, aunque ya desmentidos por el banco central, también han evocado el recuerdo de otros mandatarios que partieron al exilio llevándose consigo un importante pedazo de la fortuna de la nación, cono Anastasio Somoza en Nicaragua, o Jean Francois Duvalier, en Haití.

En cualquier caso, la lección de la historia parece ser la misma y sigue siendo válida:

"La brecha entre los lujos y riqueza de la familia gobernante y la pobreza en la que vivían la mayoría de los tunecinos, parece haber sido uno de los principales motores de las protestas", explicó Harper.

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