El plan, que la administración de la isla propone realizar en 2012, implica anegar 35 de sus 57 kilómetros cuadrados de tierra con 42 toneladas de matarratas que se verterían desde helicópteros en las zonas no habitadas.

En las partes más desarrolladas de esta pequeña isla de 350 habitantes, serían los lugareños los encargados de la fumigación desde tierra.

Para evitar que el veneno afecte también a otros animales, especialmente algunas aves protegidas que están sufriendo los ataques de las ratas, el plan contempla que los pájaros sean capturados y permanezcan en cautividad fuera de la isla durante los cien días previstos para la fumigación.

Las autoridades de Lord Howe han recomendado a sus habitantes que vigilen a los niños de cerca cuando se vierta el veneno y prevén que los animales de granja sean evacuados al continente durante los cien días.

El plan ha sido propuesto al público para que los ciudadanos puedan expresar su opinión, pero todavía no ha sido aprobado ni se ha obtenido la financiación para llevarlo a cabo.

La Isla, incluida en la lista de Bienes Patrimonio de la Humanidad sufre la invasión de ratas negras desde que llegaron al país a bordo de un barco en 1918.

Según la organización ecologista WWF, los roedores han acabado con cinco especies endémicas de pájaros y han causado una importante disminución de la población de otros pájaros nativos y exóticos.

La misma organización ha llevado a cabo un estudio para determinar la mejor forma de erradicar ratones y ratas, cuyas conclusiones están siendo analizadas entre ecologistas y la administración de la isla antes de anunciar la solución adoptada