Luego de la detención de Eduardo Cadima y Marcelo Hernández, ambos involucrados directamente en la distribución de 12 gramos de clorhidrato de cocaína, se realizó hoy la formalización por tráfico ilícito de drogas.

El joven se hizo conocido a fines de 2004, cuando pintó un "grafiti" en un muro incaico de Cusco, en Perú, junto a Enzo Tamburrino. Fueron detenidos y tras un largo proceso los liberaron en abril de 2005.

Cadima, quien era el encargado de coordinar y distribuir la droga hacia la zona sur – oriente de la capital, mantenía contacto con un ciudadano peruano apodado el "avión", con quien se juntaba en Tacna, Perú en las oportunidades que Cadima iba a cumplir con una pena por otro delito de similares características, con la firma mensual.

Luego aparecía Hernández, quien se encargaba de repartir la droga en las distintas comunas de la capital en un automóvil, donde la droga iba escondida en los zócalos.

Otra parte del cargamento consistía en 300 ovoides, los cuales estaban  nuevos, para ser ingeridos por 3 burreros, los que estaban encargados de llevarla a Europa, a un selecto grupo de consumidores, por tratarse de clorhidrato de cocaina.

La investigación se llevó a cabo gracias a la coordinación del PDI de Arica, el ministerio público local y el ministerio público de Tacna.

Cadima y Hernández quedaron en prisión preventiva en la cárcel de Acha de Arica, mientras dure la investigación de 90 días.