Histórico

Esmeralda elaboró plan de emergencia para evadir acción de piratas somalíes

El buque escuela de la Armada navegó por la zona del Golfo de Adén, en el mar arábico, con el 10% de la tripulación atrincherada. El operativo incluyó elementos disuasivos -infantes de marina con sus tenidas camufladas en cubierta- y preactivos, que implicó armar con lanzacohetes, lanzagranadas y fusiles a 30 marinos.

Fueron días de tensión para los 325 marinos del buque escuela Esmeralda. En agosto pasado, cuando la embarcación navegaba por primera vez hacia la India, la tripulación debió parapetarse y mantenerse armada durante tres jornadas, ante una grave amenaza alertada por mensajes radiales: ataques de piratas somalíes, en el Golfo de Adén.

Según explicó el comandante del buque, Víctor Zanelli, esto ocurrió entre el 24 y el 28 de agosto, cuando el Esmeralda, cumpliendo los protocolos de seguridad, había alertado a la Organización Marítima Internacional sobre la travesía que realizaría entre los puertos de Alejandría, en Egipto, y Cochin, en la India.

Así, mientras la unidad retomaba la ruta, las Fuerzas de Tarea (buques que custodian la zona) comenzaron a recibir alertas sobre los ataques a mercantes de piratas somalíes.

"Con esta Fuerza de Tarea nos mantuvimos en permanente comunicación vía radial, mensajes, e-mail y nos iban dando las posiciones donde estaban actuando estos piratas. Entonces nosotros navegamos por la zona donde no estaban ellos. Porque a veces se concentran justo frente a la costa de Somalía, otras veces 100 ó 150 millas al norte", explicó Zanelli.

Declarados los saqueos corsarios en el área, la comandancia del buque ordenó un plan de emergencia para resguardar a la nave y su tripulación. Se redobló el contingente de guardia.

En paralelo se designó un dispositivo de 30 hombres en cubierta, armados con cohetes, fusiles y lanzagranadas. "Nosotros seguimos normalmente nuestra rutina, pero tenía sectores en el buque donde había personas con armamento en posiciones especiales, parapetados, escondidos, en caso de tener que reaccionar. Estaban listos para actuar ante un eventual ataque", relató Zanelli.

Además, se apagaron las luces blancas del buque y se mantuvieron sólo las que exigen los reglamentos internacionales, a objeto de pasar más inadvertidos. "Yo no estuve preocupado, sino que preparado desde que zarpamos de Valparaíso. Permanentemente yo le daba a conocer a mi dotación que íbamos a navegar por esta zona. Y todos sabían perfectamente lo que tenían que hacer. Si para eso nos preparamos. No es una guerra convencional, como todos conocemos, pero así es", dijo Zanelli.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Contenidos exclusivos y descuentos especiales

Digital + LT Beneficios$3.990/mes por 3 meses SUSCRÍBETE