Histórico

Estados Unidos aprueba dispositivo magnético para tratar la depresión

El equipo NeuroStar modifica el funcionamiento neuronal de un paciente con depresión emitiendo ondas a través del cráneo.

Las ganas de desaparecer, de llorar eternamente o no levantarse nunca más se plasman, literalmente, en el cerebro. Cada síntoma de depresión finalmente es la suma de muchísimas neuronas que se conectan entre sí y que forman una red neuronal que se hace más fuerte mientras más se usa: si se piensa seguido en morir será más difícil erradicar el sentimiento.

Por eso para un depresivo no se trata de romper el círculo y seguir adelante, porque los "caminos neuronales" de esos pensamientos, sentimientos o conductas están tan robustecidos que se necesita de la ayuda de antidepresivos, el implante de electródos dentro del cráneo y, en casos extremos, procedimientos de electroshock.

Pero ahora hay otra solución. Se trata de un procedimiento no invasivo que está dando el mismo resultado que los antidepresivos en pacientes que ya han probado con algún tipo de pastillas y no han podido sanar. Por eso acaba de ser aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA) y comenzará a ser comercializado en ese país por la empresa creadora: Neuronetics.

El dispositivo de estimulación magnética transcraneal (TMS), llamado NeuroStar, fue autorizado por la FDA después de analizar a 164 personas, de los cuales el 24% logró recuperarse de la depresión. "Se trata de la misma proporción de pacientes que responden al tratamiento con un antidepresivo cuando ya han tomado antes uno de otro tipo", dijo el doctor Philip Janicak, de Rush University, EE.UU.

ONDAS MAGNÉTICAS
NeuroStar es el primer y único sistema TMS no invasivo aprobado por la FDA para la depresión. La estimulación magnética transcraneal es una terapia en la que no circulan compuestos en el torrente sanguíneo y  no implica cirugía. La tecnología es una terapia neuromoduladora que pretende modificar la formación de redes neuronales.

Pedro Maldonado, neurofisiólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explica que el equipo emplea una corriente magnética que se dispone sobre la corteza prefrontal y actúa sobre las neuronas que se encuentran allí. Luego de descargar 3.000 pulsos eléctricos por minuto, durante casi tres cuartos de hora, las neuronas multiplican su actividad y luego se detienen.

El resultado es que las redes neuronales formadas allí -y que están involucradas con conductas emocionales, dice Maldonado- terminan por nivelarse y no ser tan fuertes como antes. En términos simples, si una persona tenía intensas ideas depresivas muy difíciles de erradicar -debido a la fortaleza que tenía la conexión neuronal-, después del tratamiento sus neuronas estarán más dóciles y la depresión habrá cedido.

EL TRATAMIENTO
El procedimiento es sencillo, indoloro y ambulatorio, debe ser prescrito por un siquiatra y demora casi 40 minutos. Se administra diariamente por cuatro a seis semanas y, según las sesiones que necesite un paciente, su aplicación puede costar entre tres y seis millones de pesos.

Según Maldonado, "aunque en Chile existen al menos tres dispositivos con esta tecnología, se usan sólo con fines experimentales y no terapéuticos".

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