Estudio desestima efecto de voto voluntario en abstención

Según investigación de Libertad y Desarrollo, baja concurrencia a las urnas sería un fenómeno creciente desde 1989. Participación en últimas elecciones habría sido de 52,6%, al descontar a fallecidos y chilenos en el exterior.




La tasa de abstención que se registró en los comicios reabrió esta semana el debate sobre reponer el voto obligatorio. 

¿El argumento? Considerar que si se instaura nuevamente la votación forzosa se incrementará el nivel de participación ciudadana. 

En este escenario, la propia candidata presidencial de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, afirmó que es partidaria de analizar el tema.

Si bien se responsabiliza a la voluntariedad del voto como el causante de la exigua participación, las cifras mostrarían que la tendencia a la baja vendría dándose desde antes de que se implementara la voluntariedad del sufragio.

FACTOR VOLUNTARIEDAD

Según un estudio de Libertad y Desarrollo (LyD), a contar de los comicios de 1989 se habría producido una reducción progresiva en los votantes, sobre la base de la totalidad de personas en edad de votar. Entonces regía un sistema de inscripción voluntaria y voto obligatorio. Si se compara el porcentaje de electores que sufragaron en 1989 y 1993 (ver primer gráfico), se observa una diferencia de 5% menos de votantes. Luego, en la siguiente elección, la abstención ascendió en un 9%. Un fenómeno similar se observó en las siguientes elecciones, con una variación negativa en la relación votantes versus la población en edad de votar.

A juicio del estudio, la voluntariedad, a partir de 2012, no sería un factor determinante en los índices de abstención, pues en el escenario previo ya se apreciaba una tendencia a la baja en materia de participación.

Esta disminución, en consecuencia, sería independiente del voto voluntario y respondería, más bien, a otros factores, como la falta de incentivos y la desconfianza hacia los actores e instituciones de la política (ver nota secundaria).

Además, LyD sostiene que la participación en las últimas elecciones presidenciales habría sido del orden del 52,62%, y no un 49% como señalaron las cifras del Servicio Electoral. ¿La razón? Según el centro de estudios, el actual padrón de 13.573.088 personas habilitadas para votar presentaría vicios, por el hecho de tener incorporados a algunos fallecidos (que se irán eliminando paulatinamente) y ciudadanos en el exterior, quienes no tienen la posibilidad de votar fuera del país. Por lo tanto, la cifra global estaría en el orden de los 12,5 millones de chilenos habilitados para votar, un millón menos que el número considerado para este proceso electoral.

ESCENARIO INTERNACIONAL

El estudio de LyD también considera la situación de Chile respecto de otras democracias que han aplicado el voto voluntario, y que en términos generales ostentarían cifras similares de participación y abstención.

En términos comparativos, la cifra de las elecciones del 17 de noviembre no sería muy distinta de países como Estados Unidos -un 53,57% de participación- e incluso superaría a la de Suiza, que tuvo un 40,04%.

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