"Decir, preguntar o pensar si alguien es lesbiana o gay no es insulto, ni ofensa", así comienza la escueta declaración del presidente boliviano Evo Morales, en la que se disculpa por haber preguntado ayer a su ministra de Salud, Ariana Campero, si era lesbiana, aludiendo a su soltería durante un acto de entrega de ambulancias y firma de contrato para la construcción de un hospital en la ciudad de Trinidad.

En la declaración, publicada por el Ministerio de Comunicación en su sitio web, el mandatario altiplánico agrega que "yo y el gobierno no tenemos nada en contra de las opciones sexuales de nadie. Respetamos la diversidad, y así lo decimos en nuestra Constitución Política del Estado. Me disculpo humilde y sinceramente. No fue mi intención ofender a nadie".

"Beni (noreste) es grande (y despoblada); hay que planificar, ministra de Salud. No quiero pensar que es lesbiana (...), perdóneme, ministra, pero hay que empezar a regionalizar", fueron las palabras de Evo Morales a su ministra, las que tuvo que explicar mediante el comunicado.