Festejan en India los Premios Oscar de Slumdog Millionaire
Tres de los ocho galardones de la cinta fueron para talentos del país asiático.
Una India orgullosa festeja hoy los ocho Premios Oscar obtenidos por la película Slumdog Millionaire, ¿Quién quier ser millonario?, alabada por la clase política y bien recibida por el público indio pero pendiente de una causa judicial por su título "denigrante" para los chabolistas.
"Es una bendición de Alá y suyo es el crédito", dijo A.R. Rehana nada más saber que su hermano, el indio A.R. Rahman, había ganado dos de las codiciadas estatuillas, según las agencias indias.
La familia de Rahman salió de su vivienda en el barrio de Kodambakkam de esa ciudad y repartió pedazos de una gran tarta a los transeúntes mientras los seguidores del autor lanzaban 10.000 petardos y en otras localidades del país se multiplicaba la fiesta por la gran victoria de Slumdog.
Bautizado como el Mozart de Chennai, Rahman ganó los Oscar a la mejor banda sonora y a la mejor canción, esta última compartida con el letrista Gulzar, mientras que el técnico de sonido Resul Pookutty completó la terna india con su premio a la mejor mezcla sonora.
Tres de los ocho Premios Oscar de Slumdog Millionaire tienen por tanto claro sabor indio y son los más celebrados por los medios de comunicación del país.
Los canales de televisión no han dejado de pasar los tonillos de la canción ganadora, Jai ho, junto a testimonios enlatados, perfiles y anécdotas de los protagonistas indios de la cinta, que ha despertado en el país emociones encontradas.
Las críticas inciden en que es una muestra de "pornografía de la pobreza" y hasta hay quien ha llevado a los tribunales a sus responsables con el fin de que retiren del título la palabra "dog" ("perro"), considerada denigrante. La próxima vista del caso en un tribunal de Patna (norte) se celebra mañana.
"No es apropiado llamarlos perros, es una palabra que no es buena en nuestra cultura", explicó el ingeniero delhí R.P.Bansal, que expresó su contento por el triunfo en los Oscar.
La estudiante Mehar Jabeen se expresó en sentido contrario y alabó que la película muestre al mundo "que hay gente en la India que vive como animales" mientras otra parte de la sociedad lo hace en el lujo.
Pese a la denuncia judicial y a la polémica que el estreno de la cinta desató en la India, donde algunos representantes de Bollywood protestaron por la exposición obscena de la miseria en el país, los Premios Oscar obtenidos han sido recibidos con orgullo por la clase política, empezando por Sonia Gandhi.
"Su logro es un tributo para la industria del cine indio, que es una reserva de talento multidisciplinar...Los ganadores han hecho que la India se enorgullezca", destacó en un comunicado el primer ministro, Manmohan Singh.
La positiva reacción de las autoridades llegó hasta el punto de que la jefa del Gobierno de Nueva Delhi, Sheila Dikshit, aprobó una distribución libre de impuestos para la película porque ha "hecho historia en el campo del cine indio".
Incluso el ícono del cine de Bollywood, Amitabh Bachchan, de los primeros en alzar la voz contra el filme, hoy felicitó a sus colegas premiados por lograr "el reconocimiento internacional para el talento del cine indio". "Este es el día más feliz para los indios y la industria", proclamó, según la agencia Ians.
Slumdog Millionaire cuenta la historia de un chico de los arrabales de Mumbai que se hace con el máximo premio en el concurso "¿Quién quiere ser millonario?".
Aunque dirigida, escrita y producida por británicos, la película fue rodada en la India con actores procedentes en su mayoría del propio país y una banda sonora de claras resonancias hindostánicas, obra de los más prestigiosos compositores de la industria.
"No me sorprende que hayan obtenido el honor (...). Rahman es un talento internacionalmente reconocido y el Oscar traerá la atención del mundo a su música y a la totalidad de las películas indias", dijo a la agencia Ians el conocido letrista Javed Akhtar.
Rahman, Gulzar y Pookutty se unen en la lista de indios premiados con un Oscar a Bhanu Athaiya, responsable de vestuario en la película Gandhi (1982), y al mejor director de la historia de la India, Satyajit Ray, quien obtuvo un Oscar honorífico en 1992.
Hoy, los motivos de celebración fueron dobles para la comunidad cinéfila india: el Oscar al mejor documental fue para Smile Pinky, una historia rodada en Benarés (norte) que cuenta la lucha contra la discriminación de una niña india aquejada de labio leporino y también recibió las felicitaciones oficiales.
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