El histórico edificio Woolworth de Nueva York, que se convirtió en el rascacielos más alto del mundo cuando fue construido en 1913, albergará unos 40 departamentos de lujo en sus 30 últimas plantas, incluyendo un ático de cinco pisos en su distintiva cúpula verde.

"Transformar esta joya de la corona, que casualmente celebrará su centenario en 2013, en uno de los mejores complejos residenciales de la ciudad va a ser una experiencia compleja pero enormemente gratificante", dijo hoy el presidente de la firma de bienes raíces Alchemy Properties, Kenneth Horn, en un comunicado.

La empresa anunció esos planes tras desvelar que ha invertido US$68 millones para adquirir las plantas superiores del rascacielos, cuyos primeros 28 pisos, propiedad de las firmas The Witkoff Group y Cammeby's International, seguirán albergando oficinas y aulas de la universidad de Nueva York.

El edificio Woolworth, situado muy cerca del Ayuntamiento de Nueva York, en el sur de Manhattan, se colgó el título de edificio más alto del planeta desde su inauguración en 1913 hasta 1930 con una altura de 241 metros y, gracias a su característico estilo neogótico, fue reconocido como edificio histórico en 1966.

A partir de 2015, 40 inquilinos podrán vivir en el emblemático edificio gracias a una remodelación que incluirá la construcción de una nueva entrada en la calle Park Place y ascensores privados para subir hasta esos apartamentos, que empezarán a alzarse a partir de los 100 metros de altura.

Las viviendas contarán con unas privilegiadas vistas de Manhattan, Brooklyn y el vecino estado de Nueva Jersey y con "una extraordinaria iluminación", aseguró Alchemy Properties, que afirmó que el ático que se situará en la cúpula será uno de los pisos residenciales más altos de todo Nueva York.

A pesar de que la firma todavía no ha desvelado el precio por el que alquilará o pondrá a la venta esos apartamentos, la firma Prudential Douglas Elliman asegura que podrían superar los 32.000 dólares el metro cuadrado, según publica hoy el diario The New York Times.

El anuncio confirma el proceso de recuperación que está viviendo el mercado inmobiliario neoyorquino tras la caía de precios desde la bancarrota de Lehman Brothers en 2008, lo cual se evidenció a principios de mes al ponerse a la venta un apartamento en el Midtown por US$100 millones, el más caro de Estados Unidos.