Señor director:

Es increíble que los jueces sean los que deciden las materias técnicas y administrativas, en desmedro de los servicios especializados y los expertos en temas ambientales.  El reciente fallo de la Corte Suprema sobre la Central Castilla sienta un precedente en cuanto a que los jueces determinan cuáles son técnicamente los componentes de un proyecto.  Hoy determinaron que la termoeléctrica y el puerto por donde vendría el carbón debían evaluarse como un solo proyecto, en circunstancias que el puerto incluso pudiese haber existido antes o podría ser construido y operado por empresas distintas.

Con este nivel de creatividad e interpretación de la ley, a futuro determinarán que las carreteras entre el puerto y la industria, aunque ya existen, también son parte del mismo proyecto.  Más a futuro podrían seguir estirando los conceptos y concluir que los supermercados donde compran los alimentos los trabajadores y los colegios donde envían a sus hijos forman parte del mismo proyecto.

Dado que se pronuncian sobre materias técnicas y administrativas, no está lejos el día en que quizás determinen cómo los ingenieros forestales deben manejar los bosques.  Si las cosas siguen así, a ellos no les debería preocupar que a futuro las leyes las interpreten los biólogos, los profesores, los músicos y cualquier otro que sienta que también tiene el legítimo derecho a interpretarlas sin ser especialista.

Cecilia Arriagada