Sonó como el reemplazante de Matt Damon en la saga Bourne y hace un año fue uno de los fuertes postulantes para la nueva cinta del Hombre araña (The Amazing Spiderman). Y es que Jake Gyllenhaal está dejando de lado sus raíces independientes y, desde que protagonizó El príncipe de Persia, ha dado muestras de que está enfilando su carrera bajo el modelo de galán hollywoodense actual, con un repertorio que privilegia las cintas de acción y las comedias románticas.

Para confirmar el cambio de perfil, el 1 de abril se estrena en Estados Unidos su nueva película, Source code. Se trata de un thriller de ciencia ficción que lo tendrá nuevamente como héroe de acción, alejado de los proyectos independientes que lo consolidaron como uno de los actores jóvenes más prometedores de su generación, gracias a filmes como la alternativa Donnie Darko y la arriesgada Secreto en la montaña.

En Source code, Gyllenhaal hace de un soldado que, como resultado de un programa experimental del Ejército, es capaz de habitar el cuerpo de otra persona en los últimos ocho minutos de su vida, y cambiar su desenlace. Con la cinta, el actor pretende catapultar su figura como personaje de acción que y, de paso, intentar tomar revancha de los magros resultados que obtuvo en El príncipe de Persia.

Paralelamente, Gyllenhaal ya probó que es un protagonista romántico viable este año con Amor y otras adicciones, donde compartió pantalla con Anne Hathaway. Y ya tiene en carpeta otro proyecto en ese perfil. Se trata de Nailed, donde compartirá pantalla con Jessica Biel en la historia de una mesera que se vuelve impredecible, debido a que se le atasca un clavo en la cabeza, y se enamora de un joven senador en Washington DC.