El cantante birtánico, James Blunt, presentó hoy en Londres algunos temas de su próximo disco, Some kind of troubles, en el que el músico ha dejado atrás la melancolía de sus anteriores trabajos para dar cabida a un sonido pop más fresco y vitalista, con la guitarra ocupando un lugar preponderante.

La cita, que congregó a unos 300 afortunados que consiguieron las entradas a través de la web del artista, tuvo lugar en un antigua iglesia transformada en sala de conciertos, con una fantástica acústica en la que se escucharon en exclusiva canciones de su próximo álbum, que sale a la venta el 8 de noviembre.

Correcto y comedido en un principio, un James Blunt vestido con una simple camiseta de algodón y unos jeans, y siempre resguardado tras su guitarra -a veces eléctrica y a veces acústica-, estuvo acompañado de su banda habitual, con la que iniciará una nueva gira el próximo año.

Durante los escasos cincuenta minutos que duró el concierto, Blunt demostró que afronta una nueva etapa de su vida, que abre también un nuevo capítulo en lo musical, con un sonido mucho más fresco y atrevido donde deja de lado las baladas melódicas cantadas con voz quebrada.

El mejor ejemplo de la nueva andadura musical de este ex-soldado que abandonó el Ejército Británico para dedicarse a la música es "Stay the night", tema que ya suena en las radios, co-escrito con Ryan Tedder y Steve Robson de "One Republic" y en el que Blunt habla de "cantar Billie Jean" y "mezclar vodka con cafeína".

La incursión en el pop de Blunt no ha dado lugar a sonidos artificiales y sintetizadores, sino que el artista, que vive en la isla de Ibiza desde 2006, se sigue basando en el sonido auténtico de las guitarras, piano y batería.

El propio Blunt ha contado a los asistentes que la grabación de "Some kind of trouble", capitaneada por Steve Robson, ha fluido de manera natural y espontánea, atributos que sin duda quedan reflejados en el resultado final.

También hubo un hueco para las baladas, el punto fuerte del meloso Blunt, aunque, sin duda, la que se llevó el gato al agua, fue "You're beautiful", canción que se escuchó hasta la saciedad en todas las radios en 2004 y que hizo al músico mundialmente conocido.

Con esa pequeña concesión, teniendo en cuenta que se trataba de un concierto de presentación de nuevo álbum, Blunt se metió definitivamente a su público en el bolsillo, un público que coreó la canción desde la primera nota hasta la última.