Histórico

La aventura del Che en el Congo cumple 50 años

El 24 de abril de 1965, Ernesto Guevara llegó con una docena de combatientes cubanos al Congo belga para apoyar la lucha guerrillera e instalar una plataforma revolucionaria en el continente. La experiencia fue un rotundo fracaso.

El 3 de octubre de 1965, Fidel Castro leyó una carta de despedida de Ernesto Che Guevara, en la que renunciaba a sus cargos y grados, y anunciaba que se iba de Cuba, para llevar la revolución y lucha guerrillera a otras latitudes. "Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos", sostenía en su misiva.

Sin embargo, hacía mucho que Guevara había salido de la isla. Llevaba cinco meses en esas "otras tierras", en el antiguo Congo belga, actual República Democrática del Congo. Junto a una docena de cubanos, el comandante argentino-cubano inició su lucha guerrillera en Africa el 24 de abril de 1965, hace 50 años. Entró a ese país desde Tanzania tras cruzar el Lago Tanganica y desembarcar en Kibamba. La apuesta era establecer ahí una plataforma revolucionaria para todo el continente.

El Congo llevaba cinco años de vida independiente, pero los problemas se habían sucedido uno tras otro, con amotinamientos del Ejército, una intervención militar belga y el estallido de un enfrentamiento civil. En medio de la Guerra Fría, el primer ministro Patrice Lumumba se distanció de Washington y se acercó a Moscú. Estados Unidos no se podía dar el lujo de perder el Congo, ya que tenía yacimientos de uranio y cobalto. Así, en enero de 1961, Lumumba fue asesinado.

Fue en 1964 que estalló la rebelión de los simba (león en swahili), una mezcla de maoístas y lumumbistas, uno de cuyos líderes era Laurent Desiré Kabila (padre del actual Presidente congoleño Joseph Kabila). Habían llegado a controlar un tercio del territorio del país, pero en abril de 1964 sólo eran fuertes en dos pequeñas zonas del centro del Congo. Es ahí donde llegó el Che para apoyar la lucha insurgente.

Sin embargo, esa experiencia estaría marcada para Guevara por la frustración. El mismo escribió al comenzar su diario -publicado en 1999 bajo el título de Pasajes de la Guerra revolucionaria: Congo, que "esta es la historia de un fracaso".

El general retirado Lwendema Dunia, recuerda cuando llegaron los cubanos. "Tengo unos 80 años", declaró a la agencia France Presse en Bukavu, capital de Kivu del Sur. "Yo era un simple soldado" y el Che Guevara "nos enseñó cómo hacer una revolución (...), nos formó militarmente y nos enseñó política", rememora.

Pero para el Che las cosas marcharon mal. Quiso reunirse con Kabila, pero tuvo que esperarlo dos meses y medio, y se volvió a marchar al cabo de cuatro días. La disciplina y el sentimiento revolucionario no brillaban en los campamentos. Los hombres practican ritos de magia que supuestamente los hacían invulnerables, bebían y escuchaban música a todo volumen.

Guevara describe todo esto como un "caos organizado" y sostiene que "el principal defecto de los congoleños es que no saben disparar". Le dice a Fidel Castro en una carta que "aquí lo que falta no son armas (…) sobran hombres armados y faltan soldados". Las posiciones de la guerrilla cayeron una tras otra por la ofensiva del Ejército. La situación se hizo insostenible hasta que el 21 de noviembre volvieron a embarcarse para cruzar el lago Tanganica y no regresar.

Tres días después, el general Joseph Mobutu Sese Seko, el jefe de las Fuerzas Armadas, dio un golpe de Estado y permaneció en el poder por tres décadas, hasta que fue derrocado por Laurent Kabila. El Che Guevara permaneció algunas semanas en la embajada cubana de Dar es Salaam y cinco meses en una casa de seguridad, en Praga. Regresó a Cuba en julio de 1966 y nuevamente partió en noviembre de ese año para intentar un nuevo esfuerzo guerrillero, esta vez en Bolivia. Pero esa es otra historia.

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