Las poblaciones de monos en Panamá están amenazadas por la deforestación, la caza furtiva y el uso de animales como mascotas, confirmaron hoy autoridades ambientales panameñas.

Melquíades Ramos, técnico de la Dirección de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) dijo al diario local "La Prensa", que el problema se agudiza con la pérdida o destrucción del hábitat.

Ramos aclaró que en Panamá está prohibido el cautiverio de monos y el tráfico de animales silvestres. Sin embargo, reconoció que muchos ejemplares domesticados y adoptados no pueden ser devueltos a las selvas porque correrían peligro.

"Si uno los decomisa y los libera, pueden morir porque están acostumbrados a que les den la comida, y a ello se suma que los monos silvestres los pueden matar", debido a que no pertenecen al grupo y huelen a humanos, aclaró el técnico de la Anam.

La declaración de Ramos coincidió con la advertencia lanzada en Londres, Inglaterra, por científicos preocupados por la pérdida de mamíferos en las selvas de América.

Panamá posee la más rica diversidad de primates en Mesoamérica. Las especies incluyen al mono tití, el mono ardilla, el mono jujuná, el mono cariblanca, el aullador negro, el aullador de Coiba y Azuero, el mono araña negro y el mono araña rojo, así como 13 subespecies.

Al respecto, Pedro Méndez-Carvajal, de Comisión de Primatología de la Sociedad Mastozoológica de Panamá (Somaspa), señaló en un escrito que el "Ateles geoffroyi azuerensis", mejor conocido como mono araña de Azuero o mono charao, ha empezado a disminuir en número en la región central de este país.