La fiesta religiosa que se tomó las calles de Pozo Almonte
La primera jornada de celebración de La Tirana convocó a 210 mil personas, según las autoridades. También dejó a 50 detenidos y más de 1.500 litros de alcohol decomisados en el poblado donde rige la Ley Seca.
Para el sacerdote Franklin Luza Zañartu, este año la celebración de la Fiesta de La Tirana tuvo un significado especial. Fue la última vez que participó en las ceremonias como rector del santuario, tras cumplir 18 años de labores.
“Estoy profundamente emocionado. La fiesta de La Tirana se vive con mucho fervor de parte de la comunidad. De hecho podría afirmar que este año concurrió un mayor número de fieles, producto que en los dos ocasiones anteriores estuvimos golpeados por una epidemia de influenza y, luego, por los terremotos. Los 18 años que he estado aquí en el santuario, han sido hermosos en términos del trabajo pastoral y, francamente, quisiera no partir”, reflexionó.
Luza dejará en los próximos días su labor de rector para dedicarse a tareas en otra iglesia y como notario canciller del Obispado de Iquique. De esta forma, y en el marco de la celebración de la misa, fue el encargado de entregar reconocimientos a los fundadores de los bailes religiosos y, además, la instauración de una condecoración a la Federación de Bailes Tirana -que cumplió 50 años- y al autor de la canción Reina del Tamarugal, empleada como himno del santuario hace 33 años.
En esta jornada, cientos de peregrinos arribaron a Pozo Almonte, poblado ubicado a 72 kilómetros de Iquique, para pagar sus mandas a la Virgen del Carmen -denominada Reina del Tamarugal-, muchas de las cuales involucraron sacrificios dolorosos, como arrastrarse por varias cuadras hasta llegar al santuario.
El obispo de Iquique, Guillermo Vera y su par de El Alto de Bolivia, sacerdote Eugenio Scarpellini, presidieron la eucaristía. Pidieron a los feligreses trabajar por la unión, el diálogo y el respeto. “Esta fiesta religiosa se ha vivido con intensidad, es la instancia en que la familia se reúne. De esta festividad sacamos eso, es decir, que cuando se vive con unidad, se pueden superar las dificultades”, subrayó Vera.
Consultado por la presencia del obispo altiplánico, Vera dijo que en Iquique reside una gran cantidad de bolivianos. “Una cosa es lo que hacen los presidentes, los diplomáticos y otra, es la labor de integración de los que caminamos de a pie. En Iquique vivimos con una gran cantidad de bolivianos y también una comunidad de religiosas de ese país está entre nosotros. Esa es la razón por la cual él ha venido a compartir en esta festividad, pues hay tantos vínculos de unión y creemos que debemos apostar a eso con los hermanos bolivianos”.
También, durante la eucaristía, se realizó la clásica ceremonia de descendimiento de la llamada “Reina del Tamarugal”, donde es bajada del altar para dar paso a una masiva procesión por el poblado. Según la intendenta de Tarapacá, Claudia Rojas, en el peak de la celebración religiosa participaron cerca de 210 mil fieles. “La fiesta se ha concretado con total normalidad y ha habido un gran despliegue de servicios públicos, las policías e instituciones, para garantizar la seguridad”, indicó.
En medio de los festejos, se registraron cerca de 50 detenciones y se decomisaron 1.500 litros de alcohol, ya que en poblado rige la Ley Seca. La PDI además hizo cerca de 1.200 controles de identidad.
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