La Silla mantiene liderazgo científico a 40 años de su inauguración
Centro astronómico es protagonista de hallazgos como el objeto más lejano y antiguo del cosmos.<br />

Los astros jugaron a favor de Felipe Olivares (27): el jueves 23 de abril, justo el día en que llegó al observatorio astronómico La Silla (IV Región) para cumplir con las tres semanas de estadía que le exige su doctorado en el Instituto Max Planck (Alemania), un satélite de la Nasa envió señales de una explosión de rayos gamma ocurrida hace 13.000 millones de años. Felipe y su equipo recogieron los datos y su análisis dio vuelta al mundo: era el objeto más lejano y antiguo del universo. "Ahora, la información es para mí y soy el encargado de publicar un artículo con este descubrimiento. Me pegué el medio golazo".
Felipe, astrónomo visitante, es parte de las 60 personas que habitan entre los 15 telescopios -nueve de ellos en actividad y tres de ellos del Observatorio Europeo Austral (ESO): NTT, 3,6 y 2,2- que forman el centro astronómico La Silla. Se trata de un recinto donde recientemente se detectaron los exoplanetas más parecidos a la Tierra y, además, es el primer complejo astronómico instalado por ESO en Chile, inaugurado en 1969 y que acaba de cumplir 40 años.
TODOS ARRIBA
El silencio a 2.400 m de altura de La Silla es solemne. Son las 16 horas e Ivo Saviane (43), director de operaciones de ESO en el lugar, bebe su café de desayuno: el turno del observador, acompañado de un controlador del telescopio, empieza en un par de horas y termina a las 7.00 AM. Los proyectos abundan y las 300 noches de claridad del desierto se aprovechan al máximo. "Estar aquí arriba y luego bajar es como tener dos vidas. Eso lo hace entretenido; uno no entra en una rutina", comenta.
Antes que el instrumento HAARPS de La Silla se convirtiera en el buscador de planetas más preciso y que un pequeño y cómodo hotel hiciera más habitable La Silla, la historia anota subidas a caballo de 40 km y estadías de más de tres meses del pionero alemán Hans-Emil Schuster. Hoy, los turnos "arriba" no pasan de 10 días y los astrónomos deben completar 100 noches al año. "Como no había tanto trabajo ni estaba el hotel, eran tiempos de mayor vida social entre los astrónomos", dice Jorge Castizaga, encargado de la cocina y el personaje más antiguo del lugar. "Ahora hay mucha formalidad y se van del telescopio a la pieza", agrega.
La hora pasa y Saviane se alista a estudiar cúmulos de estrellas. Media hora antes de la puesta de sol los telescopios abren sus compuertas. Frente a un computador, Saviane analiza fotos captadas por el telescopio 2,2. Son estrellas y asegura que puede analizar la distancia y su composición. La jornada empieza y Saviane no sabe con qué se encontrará.
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