Histórico

Las islas del Maíz son un paraíso escondido en el Caribe

El encanto de estas islas ubicadas en Nicaragua es su naturaleza casi salvaje y sus playas vírgenes.

Nicaragua tiene extensas costas bañadas por las aguas del Mar Caribe y unas encantadoras islas que pocos conocen: las islas del Maíz, que se encuentran en antiguos mapas con el nombre de "islas esqueletos" porque la habitaban los indios kukras, según parece, caníbales.

En el siglo XVI, Cristóbal Colón atisbó estas preciosas islas y las bautizó con el nombre de "Islas Manglares".

El origen del nombre es ambiguo, algunos historiadores suponen que los españoles la llamaban "Islas Carne" y los ingleses alteraron la pronunciación, otros se inclinan a pensar que existían plantaciones de maíz, en época prehispánica.

En el siglo XVII y XVIII llegaron a las islas bucaneros y piratas holandeses, franceses e ingleses, estos últimos se asentaron comerciando con los indios miskitos. Los piratas las usaban de guarida y se sospecha que hay tesoros escondidos. Estos esclavizaron a los afrocaribeños que se dedicaban a la pesca, hasta que a mediados del siglo XIX, se abolió la esclavitud, precisamente el 27 agosto, día que se celebra la Fiesta del Cangrejo, conmemorando la libertad.

Las islas tienen una población de 14.000 habitantes de origen indio y africano, además de nicaragüenses del continente. Se habla inglés, español y creole.

ISLAS DEL MAIZ
Desde 1914, tras el tratado Bryan-Chamorro, las islas pasaron a pertenecer a Nicaragua, donde se ubican en su plataforma submarina, a 50 millas de la costa.

Lo forman: Corn Island y Little Corn Island (Isla del Maíz, Islita del maíz).

Se llega por avión desde Managua a la isla más grande, y a la más pequeña se accede por barco.

En 1989, el huracán Joan arrasó las islas, la recuperación fue lenta y gracias al esfuerzo de sus pobladores. El empreasario Leslie Coe, nativo de la isla comenta que "se abrieron las puertas al turismo como una industria alternativa ya que la pesca de la langosta se resintió considerablemente, pero poco a poco, hemos recuperado nuestro paraíso tropical".

Los nativos han impuesto "su estilo isleño" manteniendo sus costumbres y casas de madera pintadas de vivos colores, integrando las comodidades turísticas con las necesidades d e la comunidad, la urbanización está controlada y hay una carretera que circunda la Isla mayor, en la isla pequeña no hay transporte.

Corn Island se puede visitar en una mañana, tiene una superficie de 10 kilómetros cuadrados.

EXCURSIONES
En auto se puede pasar por el pequeño Puerto, la Bahía Brig, para ver la primera iglesia protestante fundada hacia mediados del siglo XIX, con su escuela y guardería; el centro de buceo; el resort Casa Canada; pintorescos restaurantes y hoteles, para luego subir la colina Pleasant donde están las residencias más bonitas de la isla y un bello panorama sobre el mar Caribe. Se termina en South West Bay, la playa más extensa de la isla. Hay bastantes taxis que cobran entre 1.200 y 1.800 pesos.

Flores como la bugambilla y la plumeria (la flor nacional), adornan los campos silvestres mientras se ven pájaros variados y niños que juegan a la pelota o corren en sus bicicletas.

Lo mejor para llegar a Little Corn Island es tomar un barco después de arreglar el precio con los pescadores o lancheros. Tiene un área de 2,9 kilómetros cuadrados, donde no hay tanta infraestructura hotelera, ni carreteras, ya que no circulan autos.

Es ideal entonces para gozar la naturaleza y hacer excursiones o caminatas por los bosques, descubriendo los árboles de mangos, de guayaba y otras especies, y disfrutar de las playas tranquilas de aguas cristalina.

Hay cabañas rústicas o albergues ecológicos y en la playa Pelican se encuentran restuarantes pintorescos de comida típica.

ACTIVIDADES ACUATICAS
Las aguas transparentes de las islas y la temperatura cálida invitan al buceo. Ambas islas poseen escuelas con equipos y profesionales que ofrecen cursos personalizados. Tras las lecciones, en la zona de North End y Sally Peaches se pueden contemplar miles de peces de colores, manta rayas y hasta tiburones.

Los amantes de la pesca pueden arrendar un barco para salir a pescar, las aguas transparentes permiten ver cuando los peces se acercan, incluso los principiantes consiguen pescar algo.

Otros prefieren las excursiones en barco alrededor de la isla, parando en las playas más escondidas y salvajes, o salir de caminata gozando del sol y la brisa marina.

En Corn Island hay lugares para bailar y escuchar música reggae y bachata.

El encanto de estas islas es su naturaleza casi salvaje, su gente amable, sus playas vírgenes y su ritmo lento y tropical. Por lo que no hay que esperar una gran infraestructura hotelera ni turística, sino vida en armonía con la naturaleza, el sol, el mar y la vegetación primitiva y un pueblo pintoresco, siempre dispuesto a brindar un viaje en barco por 3 mil pesos.

Caminar por sus playas y gozar de un baño en las aguas cristalinas del Caribe, es una experiencia inolvidable. Sin duda, las islas del Maíz son un paraíso escondido en el Caribe.

Contenido y experiencias todo el año🎁

Promo Día de la MadreDigital + LT Beneficios $3.990/mes por 6 meses SUSCRÍBETE

VIDEOS

Servicios