Un equipo que supera las 100 personas trabaja por estos días a toda máquina para convertir el ex Hospital San José en el set donde 16 participantes se encerrarán, a partir de enero, con el objetivo de ser el ganador de El juego del miedo, el nuevo reality de terror de TVN, que conducirá Carlos Pinto.

La producción del espacio tomó posesión hace dos semanas del recinto y desde ese momento sus integrantes aseguran que han sido testigo de extraños sucesos. "Es un lugar en el que penan hasta de día. Nadie se atreve a quedarse solo" comenta un integrante del equipo. Mientras, Cristián Mason, director del espacio detalla que "hay gente que ve cosas raras, asistentes que han sentido que les tocan las piernas" y explica que "ese hospital está muy cargado, por eso ya hay varios que han visto y sentido cosas extrañas".

Y como el miedo es precisamente el tema central del reality, al equipo técnico de trabajo se sumó un grupo de profesionales que los asesorará en la elaboración de las pruebas. Entre ellos se cuentan sicólogos, sociólogos y parasicólogos. Incluso Carlos Pinto ha aportado con la experiencia que ha obtenido a través de los casos que investigó para su programa El día menos pensado. En la producción, comentan que Pinto ha sido "muy participativo y colaborador, él ha aportado muchas ideas".

Gracias a esto, la producción ya tiene elaboradas varias pruebas de eliminación, todas basadas en los temores confesados por los participantes. "En este reality, el físico no es una ventaja, acá tiene que ver con la superación personal", explica Mason. Además, la metodología de eliminación será a través de la votación del público y la nominación entre compañeros. Y aunque en un momento se evaluó incorporar un tercer sistema, que iba a ser un jurado con especialistas en fenómenos paranormales, esta idea fue descartada por completo. "El único jurado es el público", recalca el director.

LA TECNOLOGÍA
Para registrar los pasos de los concursantes se usarán dos salas de dirección, que estarán trabajando simultáneamente las 24 horas y serán coordinadas por una unidad central. El registro de imágenes se logrará a través de 25 cámaras robotizadas más seis cámaras tradicionales y en la locación también se instalarán oficinas para la edición y el trabajo de periodistas y guionistas.