En el mundo de la moda hay cabida para casi todo. De esa manera las ilusiones ópticas también tienen una presencia en diversas prendas de vestir.

Es así como los diseñadores traspasan el límite entre lo real y lo irreal y apuestan por los "trompe l'oeil" (juegos ópticos), los cuales se apoderan de vestidos, zapatos y bolsos como un modo de homenaje a los grandes artistas que han cultivado este estilo, como Elsa Schiaparelli en los años 60.

Según el sitio Vogue.es, además de la estética, el sentido del humor también guía estos experimentos en el mundo de la moda.

Algunos creadores ya han usado este truco visual y la han hecho una especie de seña de identidad, como Jean-Charles de Castelbajac o Sonia Rykiel. Aunque algunos, como Rodarte, Antonio Berardi o Karl Lagerfeld están recién comenzando a explorar esta técnica en sus creaciones.