Bacha. Así le dicen, hace años, a María Gracia Omegna, la actriz que con su rol de Violeta  protagoniza Papá a la deriva, la teleserie de Mega que se ha instalado como uno de los programas más vistos de nuestra pantalla. Tiene 30 años y asegura que lo que más ha hecho en su vida es teatro, lo que le permite, confiesa, no tener ni el más mínimo remordimiento a la hora de dedicarle el ciento por ciento de su tiempo a la ficción vespertina.

¿No tiene ganas de hacer más cosas?  

No es eso. En este momento de mi vida me parece que esto es suficiente por ahora. Quiero descansar un poco, todo ha sido muy intenso, y ahora solo pienso en viajar y en estar más tranquila. Para el próximo año tengo varias cosas, pero quiero ir paso a paso, haciendo las cosas que en verdad quiero. Estoy acostumbrada a hacer muchas cosas a la vez, a trabajar en tres lados paralelamente, pero en este momento de mi vida quiero estar en paz. Además, hace poco terminé de hacer una película de la Marialy Rivas, La princesita.

¿Cómo se ha tomado el éxito de Papá a la deriva?

Se divide la emoción en dos partes. Por un lado estamos felices porque a la gente le gusta lo que hacemos, y por otro, da un poco de cosa en la guata porque, finalmente, hay compañeros en las otras áreas dramáticas que están pasando por ese momento tan complicado. Para nadie es una buena noticia que exista tanta diferencia entre un producto y otro.

¿En qué cree que radica el éxito de la teleserie? 

Es muy liviana y está muy bien diseñada para el público de las ocho. A esa hora hay mucho público infantil viendo tele y nosotros llegamos súper bien a ellos. Ese es nuestro gran plus.

A lo largo de su carrera, Gonzalo Valenzuela ha recibido varias críticas. ¿Qué piensa de aquello? 

No estoy de acuerdo con que Gonzalo Valenzuela es un mal actor. El éxito de esta teleserie se sostiene en todos los personajes, y sobre todo en Gonzalo. Si no fuera así, no nos iría tan bien porque él es el protagonista. Me parece que las críticas que por ahí salen son más cosas de medios que de las personas. Creo que está haciendo un trabajo súper bueno en esta teleserie, y además es un súper buen compañero. No tengo nada malo que decir de él.

¿Cómo ve lo que está pasando con la industria, las bajas de rating y las millonarias pérdidas de los canales? 

Creo que está bien lo que está pasando porque todo lo sólido y lo estable tiene que moverse en algún momento para que surjan cosas nuevas. Me parece que los movimientos y los cambios siempre son favorables. Pero no deja de preocuparme cuando las diferencias de rating son tan grandes entre un canal y otro, porque eso pone en riesgo el trabajo de muchos colegas y compañeros que uno conoce. Ha quedado demostrado que un área dramática puede levantar, como también enterrar, un canal. Tengo la esperanza de que todo esto es un proceso de cambio y que en un momento se encontrará la estabilidad y volveremos al equilibrio que antes hubo.

¿Es pro o anti teleserie turca? 

Pro, todo el rato. Despreciar las  turcas me parece un chovinismo insoportable. Eso de rechazar lo extranjero porque lo chileno es mejor, es miope. Uno puede aprender mucho de lo de afuera, y hace que estemos obligados a subir el estándar nuestro.

¿Sabe que Mega es el único canal que ha generado ingresos en los últimos meses?

No. El área dramática nuestra no está Vicuña Mackenna y eso nos hace estar en una burbuja, en un submundo. Me parece súper bueno porque es un canal que nunca ha estado en este lugar. Personalmente, me siento cómoda en este canal, pero tampoco siento que le di el palo al gato.