Señor director:

En una edición reciente de su diario aparece un reportaje sobre los descendientes de Orélie Antoine de Tounens. Existen en Francia otros seguidores de este personaje.

En el Camino a Santiago de Compostela conocí un francés, quien,  al saber que yo era de Chile, me dijo que era cónsul de la Patagonie. Yo le pregunté si era descendiente del rey Orélie Antoine de La Araucanía, y al sorprenderle que supiera la historia, hablamos largo sobre el tema.

El padrino del francés es el escritor Jean Raspail, quien escribió un libro sobre la vida de Orélie Antoine, y que tuvo repercusión en algunos sectores. Algunas personas  lo buscaron justamente para saber más sobre este personaje. Así que Jean Raspail se autodenominó cónsul general de Patagonie, y con los interesados organizó una cofradía en que ha ido nombrando cónsules en distintas ciudades y barrios; cuentan con la bandera que diseñó Orélie y además tienen un himno.

A esas alturas, el francés creyó que era necesaria una explicación y me dijo que aquello no era serio. Le señalé que así lo había entendido.

Me siguió contando que se reunían, cantaban el himno y brindaban, e incluso una vez al año iban a la tumba de Orélie, ubicada en un pueblo en la zona centro sur de Francia, y los brindis y comidas se multiplicaban. Más aún: me dijo que estaban pensando venir a Chile a conocer la Patagonia.

Juan Enrique Vargas